Resumen
Cuando la puesta de sol ilumina con luz rosada las cumbres de los montes Mainarde y el viento agita el follaje de los árboles, Fornelli parece un lugar mágico, sacado de algún cuento poético y maravilloso. Una historia que cuenta las aventuras de damas y caballeros y de sangrientas batallas, porque el pueblo ha sabido conservar hasta hoy su antiguo encanto, con huellas medievales que se leen en sus murallas y arquitectura, así como en sus siete torres. El corazón de la ciudad y el centro en el que confluyen historias y ambientes medievales es el Palacio Baronal, con sus torres circulares y su aspecto de centinela severo, suavizado, sin embargo, por los detalles barrocos. Una curiosidad: en la plaza que domina la iglesia de San Michele Arcangelo se encuentra la fuente dedicada al Verano, copia de la escultura que Mathurin Moreau presentó en la Exposición Universal de París de 1855.
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