Resumen
El ejemplo más importante de ciudad empresarial en el corazón de Lombardía
Pocos lugares en el mundo consiguen representar de forma tan ejemplar la filosofía de los industriales iluminados de finales del siglo XIX y principios del XX. En aquella época, las grandes fábricas estaban flanqueadas por complejos residenciales con el objetivo de concentrar el trabajo y la vida privada en un mismo lugar.
El pueblo obrero de Crespi d'Adda, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1995, es el mejor conservado de Europa. Un lugar donde el tiempo parece haberse detenido en aquella época de auge industrial. Visitarlo y verse catapultado a una realidad tan distinta de la que vivimos a diario es una experiencia que no hay que perderse.
Dominando esta pequeña ciudad a las afueras de Bérgamo se encuentra la gran fábrica textil abierta por la familia Crespi en 1878 a orillas del río Adda. Desde allí, entre calles paralelas y una zona de colinas, se puede pasear entre las casas que durante décadas albergaron a los trabajadores de la fábrica y los lugares de la vida cotidiana, como la escuela, la iglesia, los aseos públicos y la clínica. En la zona residencial, en cambio, siguen en pie las residencias del médico y del capellán, así como las elegantes villas de los ejecutivos de las empresas.
24042 Crespi d'Adda BG, Italia
