Alta Velocidad en Italia: todas las ciudades a visitar en tren
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Permite llegar a ciudades de arte en poco tiempo y de forma sostenible, pero sin renunciar a las bellezas que van discurriendo al otro lado de la ventanilla. El viaje en sí mismo, junto con el destino al que estáis a punto de llegar, pura maravilla.
Será como si os asomaseis desde un balcón a paisajes siempre cambiantes, mientras estáis sentados cómodamente en su sillón para contemplar el espectáculo del Bel Paese: bosques, montañas nevadas, volcanes, pueblos encaramados, exuberantes campiñas verdes, filas de cipreses y también las ciudades que se van acercando, mostrando sus cúpulas y campanarios.
A continuación os indicamos unos itinerarios para elegir.
De Milán a Venecia, el viaje de las maravillas
El viaje comienza en la monumental estación central de Milán, considerada la más bella de Italia. El trayecto de la línea que conecta Milán con Venecia dura dos horas y media y pasa por Brescia, Verona y Padua, además de Franciacorta, la cuna de las burbujas italianas.
Interrumpid vuestro viaje para visitar las bellezas de esas ciudades a lo largo del trayecto o disfrutadlo desde la ventanilla mientras vais en dirección a la Serenissima, donde las maravillas que vais a encontrar superan todas expectativas: al llegar a la estación de la laguna, las vías del tren pasan sobre el agua.
De la moderna Milán a la elegante Turín en tren en un abrir y cerrar de ojos
Sólo se tardan 57 minutos en llegar al corazón de Turín desde Milán, sin el estrés de la autopista, los atascos, ni el problema del aparcamiento.
En su lugar, relajaos en el tren: hay hasta 47 al día. El último tren de Milán sale a las 23:00, por lo que tenéis tiempo de sobra para poder disfrutar del último aperitivo con vistas al Duomo antes de trasladaros a la elegante ciudad de Saboya.
Un día en Bolonia en tren
La ciudad de las dos torres está conectada por tren de alta velocidad con las principales ciudades del norte y centro de Italia. Podéis posponer la salida hasta el último momento para pasar un día completo en Bolonia, disfrutar de un paseo por el centro y saborear un plato de tortellini.
Desde Milán se tarda poco más de una hora en llegar a Bolonia; desde Venecia cuesta hora y media, y por el camino podéis plantearos hacer una parada en la bella Ferrara. Desde Florencia solo se necesita media hora, desde Roma el viaje dura dos horas.
Direttissima o Línea Lenta en tren entre Florencia y Roma
La línea que une Florencia con Roma ostenta más de un récord. La Direttissima, primera línea de alta velocidad de Italia y de Europa, conecta hoy dos de las ciudades más bellas de Italia en hora y media. En cambio, la Línea Lenta ofrece a quienes la recorren un viaje inolvidable para descubrir las onduladas colinas de la Toscana y la campiña del Lacio.
Aunque los horarios son diferentes, el recorrido es muy similar: mirando por la ventanilla, os quedaréis literalmente asombrados por los cambios de los paisajes: todos ellos igual de hermosos.
De Roma a Nápoles en tren por una pizza
Se tarda poco más de una hora en tren para llegar a Nápoles desde Roma. Disfrutad del viaje y admirad el espectáculo gratis.
La llegada será el momento adecuado, cuando ya se os ha abierto el apetito, para sentaros a comer una pizza napolitana, con el mar brillando al fondo y el Vesubio custodiando el golfo, que ya lo tenéis a la vista mientras vais a bordo del tren.
De la capital a Salento, pasando por Nápoles
Si hoy en día llegar al tacón de la bota en tren supone dedicarle varias horas para completar el trayecto, está a punto de concluirse la línea que unirá Nápoles con Bari en dos horas, lo que cambiará las normas.
De este modo, podréis extasiaros con la belleza imperial de Roma y la vivacidad de Nápoles, para luego dar un salto al mar cristalino de Puglia. Ya no será prerrogativa únicamente de quienes disponen de mucho tiempo, van a aumentar las bellezas que tendréis a vuestra disposición.
Sicilia a gran velocidad
En Sicilia, se viaja sobre todo en coche, quedando constreñidos a elegir entre la parte occidental o la oriental de la isla para disfrutarla al máximo. Pero el proyecto de tren de alta velocidad pronto va a cambiar las cosas.
Las rutas que conectan Mesina, Catania y Palermo permitirán llegar de un extremo al otro de la isla en un par de horas, atravesando los variados paisajes sicilianos: desde la resplandeciente costa de los templos que se elevan sobre el mar hasta las extensiones de trigo dorado del interior.
Italia vista desde la ventanilla de un tren consigue, si cabe, atraer más fascinación, haciendo, de verdad, que el viaje sea más importante que la meta final.