Los museos de moda más hermosos para visitar en las ciudades de arte

El viaje comienza en Milán, la capital italiana de la moda, y más concretamente en el Palazzo Morando, donde se ubica el Museo de la Moda.

Abierto desde enero de 2010, junto a una colección permanente de estructuras que narran la evolución histórico-urbana de la ciudad de Milán, exhibe a base de exposiciones periódicas el patrimonio textil de las colecciones de la ciudad.

Milán también acoge los espacios de exposición de los Silos Armani, que recorren la historia de Giorgio Armani, un verdadero icono del Made in Italy. 

Florencia también es la sede para numerosos eventos relacionados con el mundo de la moda, basta con pensar en Pitti Uomo. Y también ofrece una rica oferta de museos temáticos.

Empezamos por el Museo de la Moda y el Traje, que forma parte de las Galerías degli Uffizi. Se encuentra en la Palazzina della Meridiana, adyacente al ala sur del Palacio Pitti. Se fundó en 1983 y es el primer museo estatal italiano dedicado a la historia de la moda. Incluye ropa y accesorios desde el siglo XVIII hasta la actualidad.

Tampoco hay que perderse el Museo Gucci, con vistas a la Piazza della Signoria, que cuenta la historia de la maison florentina, y el Museo Ferragamo, abierto en 1995 en el espléndido palacio medieval Spini Feroni, sede histórica de la firma.

En el Palacio Davanzati, en cambio, es posible admirar una asombrosa exposición de encajes.

En la capital, los amantes de la moda no pueden dejar de visitar el Museo Boncompagni Ludovisi.

Ubicado en la villa del mismo nombre, está dedicado a las artes decorativas, así como al traje y la moda italianos, en particular los de los siglos XIX y XX.

Una visita obligada es el Museo Fortuny, situado en el magnífico Palacio Pesaro, construido a principios del siglo XVI. Entre las numerosas exposiciones, que van de la pintura a la fotografía pasando por los textiles, hay una sala dedicada a la moda, que incluye piezas especiales realizadas por Mariano Fortuny a principios del siglo XX, inspiradas en el arte griego clásico.

En la Laguna, no hay que perderse otras dos direcciones: la primera es el Museo Textil y del Traje, en el Palacio Mocenigo, que reconstruye la vida (y la ropa) de la aristocracia veneciana del siglo XVIII y cuenta también con seis salas dedicadas a los perfumes.

El segundo lugar es el Museo del Calzado de Villa Foscarini Rossi. Se encuentra en Stra, entre Venecia y Padua. No muy lejos geográficamente de allí, pero con un estilo totalmente distinto, está el Museo del Calzado y del Calzado Deportivo de Montebelluna, cerca de Treviso.

Ningún amante de la moda puede perderse el distrito donde se crean la mayoría de los tejidos italianos. En la zona de Como, la historia se entrecruza con los lenguajes contemporáneos del arte: una parada ineludible la constituye la Fondazione Antonio Ratti, que realiza investigaciones artísticas, culturales y tecnológicas en el campo de la producción textil.

El Museo Studio del Tessuto (Museo estudio del tejido) alberga más de 3300 piezas textiles que cuentan la historia del sector desde el siglo III al XX.

Nuestro recorrido finaliza en el Museo de la Moda de Nápoles, que se encuentra en los locales de la Fundación Mondragone y está dedicado a Elena Aldobrandini, una noble del siglo XVII que fundó la institución.

Las colecciones permanentes incluyen prendas históricas, colecciones modernas y accesorios, en un recorrido por la historia de la moda desde 1700 hasta la actualidad.

La historia de la moda y de Italia misma están inextricablemente unidas entre sí y estos museos son la máxima expresión de ello, con su encanto atemporal.