Descubriendo los mejores clubs de Italia, entre la novedad y la tradición
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Bares y restaurantes, piscinas, gimnasios y spas, bibliotecas, cines privados, terrazas panorámicas, espacios de coworking refinados y acogedores, y sobre todo, oportunidades para establecer contactos con las personas que interesan, compartiendo siempre unas normas precisas: la confidencialidad ante todo.
Echemos un vistazo a lo que ofrece la escena italiana, desde los clubes más modernos a los círculos históricos, caracterizados en todos los casos por el inconfundible estilo que nos distingue y el deseo de vivir bien
Los orígenes de las “club houses”
Fundadas siguiendo el modelo de los clubes ingleses del siglo XVIII, las casas club han evolucionado y, en la mayoría de los casos afortunadamente ya están abiertas al público femenino.
Manteniendo un ambicioso equilibrio entre la exclusividad y la inclusión, ahora cuentan con criterios de admisión más flexibles, aunque vinculados a unas cuotas de afiliación que indican una buena posición financiera y/o a contar con la recomendación de un socio. Tienen larguísimas listas de espera, sobre todo en las grandes ciudades, constituyendo unos espacios privilegiados de sociabilidad, donde establecer contactos, escuchar buena música y divertirse, dentro de un ambiente sofisticado y privado.
Clubes privados en Milán, entre la tradición y la élite internacional
El fenómeno de las casas club y los círculos privados no podía proceder más que de Italia, partiendo de Milán. Junto a los círculos históricos, como la Società del Giardino, fundada en 1783, en cuyo suntuoso Salone d'Oro se celebra cada año el tradicional Baile de la Rosa, han surgido proyectos "misteriosos" como el 1930, un bar clandestino nacido siguiendo el modelo de los clubes abiertos durante la Ley Seca estadounidense y conocido por sus excelentes bebidas y su ambiente Liberty, rigurosamente a la luz de las velas. ¿Su dirección? Es secreta, el local tiene una entrada anónima. Primero se debe estar animado por el deseo y la perspicacia necesaria para descubrirlo, este es quizás el primer requisito que se exigirá a los socios.
Milán es también una meta para muchos clubes de socios con perfil internacional que están echando raíces en la ciudad. Core, por ejemplo, abrirá pronto una sede en la capital lombarda. Es un club refinado y exclusivo fundado en Nueva York en 2005 por la visionaria empresaria Jennie Enterprise, que acogerá a un máximo de 500 profesionales, mujeres y hombres que comparten un "nuevo humanismo ético". Su sede estará en un edificio histórico de Corso Matteotti. Son 4000 metros cuadrados en cinco plantas, con suites, gimnasio, bistró-restaurante, bar, teatro, spa e incluso una galería de arte, a un tiro de piedra del Cuadrilátero de la moda.
No muy lejos, en Porta Venezia, en el histórico Palazzo Bernasconi, la Casa Cipriani también abrirá pronto su primer club de socios europeo: un espacio elegante y multifuncional con 15 habitaciones, un centro de bienestar y un gimnasio, donde se puede pernoctar, reunirse, cenar o tomar una copa en la última planta, en el efervescente Socialista Lounge.
Clubes privados en Roma: entre clubes globales y círculos aristocráticos
En el barrio de San Lorenzo se ha inaugurado recientemente la sede romana de Soho House, anticipándose a su próxima apertura en Milán. Se trata de uno de los clubes de socios más exclusivos del mundo. Fundado en 1995 por Nick Jones en el barrio londinense del Soho, cuenta con más de 20 locales en todo el mundo y un público joven y cool de artistas, diseñadores, arquitectos y especialistas. En la azotea tiene una terraza con vistas panorámicas, con piscina, spa y gimnasio, cine privado y restaurante donde se puede desarrollar un relajado coworking. En nombre de la privacidad, el uso de teléfonos móviles está absolutamente prohibido. Es quizás el lugar más moderno, y más deseado, del momento.
Nada se pude igualar al histórico Club de Caza, también en la capital, que cuenta entre sus ilustres socios con un buen número de cabezas coronadas y que es frecuentado sobre todo por la aristocracia romana. Fundado en 1922, este club para caballeros se encuentra en la planta noble del Palacio Borghese del siglo XVII, en el barrio de Campo Marzio. La admisión, concedida únicamente a los candidatos que tengan sus cuatro antecesores nobles, queda sujeta a que la presentación la hagan tres socios existentes y al tradicional ritual de las bolas blancas y negras. Cada voto en contra (bola negra) anula cinco a favor (bolas blancas). Las damas sólo entran si van acompañadas y no en todas las sedes.
Una prohibición anacrónica acaba de ser superada en el Circolo Canottieri Aniene, donde, después de 130 años, las mujeres podrán por fin afiliarse, con derecho a voto.
Muy histórico, ya que fue inaugurado en 1893, pero abierto a todos, es el Antico Circolo del Tiro al Volo. En el corazón del renombrado barrio de Parioli, es uno de los clubes más exclusivos y prestigiosos de la capital. Aquí, las actividades deportivas, culturales y lúdicas garantizan a los socios poder disfrutar del mejor ocio. El restaurante del Circolo es famoso por su cocina, por supuesto, y también por sus espectaculares vistas.
Sólo para caballeros, quizás por poco tiempo ya
Aquí se admite la entrada a las señoras, pero sólo si las presenta un socio perteneciente al Circolo degli Uniti di Siena, el club de caballeros más antiguo de Italia, fundado en 1657 por un grupo de nobles sieneses y que un siglo después se trasladó al Palazzo della Loggia della Mercanzia, con vistas a la Piazza del Campo de Siena, quizá el mejor lugar para contemplar el tradicional Palio.
También ostentan el título de clubs de caballeros la Società del Whist, la Accademia Filarmonica de Turín y el Clubino de Milán, destino predilecto para la élite financiera y económica, al que se debe acceder rigurosamente sin bolsos ni teléfonos móviles.
Los teléfonos también están prohibidos en el Reale Yacht Club dei Canottieri Savoia de Nápoles, fundado en 1893, no lejos de Castel dell'Ovo, que aún conserva el sabor de los antiguos clubes ingleses y donde, debido a una norma no escrita, las mujeres pueden entrar si van acompañadas de un socio, pero no pueden afiliarse ni votar. ¿Durante cuánto tiempo todavía?