Qué ver en Bolonia en un día: itinerario para descubrir la ciudad

Partiendo de la Estación Central de Bolonia o del cercano parking de Piazza VIII Agosto para quien llega en coche, la primera parada para descubrir en la Roja es la Fuente de Neptuno, uno de los símbolos de la ciudad. Es Neptuno, el Dios del mar, quien domina la gran Plaza de Neptuno en pleno centro de Bolonia desde su pedestal, situado en el centro de la fuente diseñada por Giambologna y Tommaso Laureti como símbolo del poder papal de la segunda mitad del siglo XVI.

Desde lo alto de sus 3,40 metros, la estatua de Neptuno está situada enfrente de la entrada del Palacio del Rey Enzo, rodeada por 4 querubines, que representan los ríos de los continentes por entonces conocidos: el Nilo, el Ganges, el Amazonas y el Danubio.

Después de admirar la belleza de la Fuente de Neptuno, dobla la esquina para encontrarte frente a la majestuosa Piazza Maggiore, en torno a la cual se alzan los edificios más importantes de la Bolonia medieval, empezando por el Palacio del Podestà, construido en 1201. El antiguo edificio, edificado a la par que la plaza, está coronado por la Torre dell'Arengo, el campanario cívico de Bolonia, que alberga el Campanazzo, la campana que durante siglos ha marcado los tiempos de la vida pública de la ciudad.

Paseando por la plaza podrás admirar el Palacio dei Notai y el Palazzo D'Accursio o Palazzo Comunale, sede del Ayuntamiento y de las Colecciones Comunales de Arte de Bolonia y del Museo Morandi. ¿Qué queda por ver en la Piazza Maggiore? El Palazzo dei Banchi, cuya construcción comenzó a principios del siglo XV, y la roja Basílica de San Petronio, de estilo gótico italiano, que es la imponente Iglesia de la Piazza Maggiore.

Tras haber explorado la magnífica Piazza Maggiore, es el momento de descubrir otro de los símbolos de Bolonia, que desde hace siglos es punto de encuentro y lugar de socialización en el corazón de la ciudad. Los Pórticos de Bolonia se remontan a la época de la expansión de la ciudad desde la Edad Media y se extienden a lo largo de 62 kilómetros, 42 de los cuales se hallan en el centro histórico.

El pórtico de San Luca en Bolonia es sin duda alguna el más largo y famoso de la ciudad, y puedes empezar a explorarlo desde la Piazza Maggiore, después de haber recorrido la Via dell'Archiginnasio y tras pasar la Basílica de San Petronio. Si no quieres alejarte demasiado, bastará con pasear por la zona para encontrarte rodeado de pórticos de todas las formas y tamaños, incluidos algunos de los grupos de pórticos de Bolonia declarados Patrimonio de la Humanidad.

Aquí, en el centro histórico, ha llegado el momento de elegir una de las muchas trattorias para un merecido descanso para almorzar. ¿Qué comer en Bolonia? Es fácil: elige los platos típicos como los tortellini, el ragú a la boloñesa, la famosa mortadela o las sabrosas crescentinas.

Después de degustar los platos típicos de Bolonia, tu paseo de descubrimiento de la ciudad puede continuar haciendo una parada en el complejo de las Siete Iglesias de Bolonia, la cuna y el corazón de la Iglesia boloñesa. Desde Piazza Cavour, basta con continuar durante 600 metros a lo largo de Via Farini para encontrarse en la majestuosa Piazza Santo Stefano.

Tómate tu tiempo para descubrir los numerosos edificios que hacen de esta plaza un lugar mágico: desde la Iglesia del Crucifijo hasta la Basílica del Santo Sepulcro, pasando por la Iglesia de la Trinidad y el Claustro medieval.

La entrada al complejo, llamado así por el proyecto original de construir 7 capillas para recordar los escenarios del Santo Sepulcro de Jerusalén, es gratuita, pero hay que prestar atención a los horarios, porque el complejo eclesiástico cierra durante un par de horas entre las 12:30 h y las 14:30 h.

En 4 minutos a pie se puede llegar a las dos torres de Bolonia, la Torre degli Asinelli y la Torre della Garisenda, de época medieval. La más imponente es la Torre degli Asinelli, con una altura de 97,20 metros y una ascensión de 498 escalones para llegar a la parte más alta de la torre y disfrutar de una vista única de Bolonia.

Desafortunadamente, el proyecto de hacer un ascensor en la Torre degli Asinelli nunca se ha materializado y la única forma de visitarlo es subiendo la torre a pie. Sin embargo, no es posible subir a la Torre della Garisenda, de 47 metros de altura e inclinada desde su construcción.

Llegamos a la etapa final de este día por el centro histórico de la ciudad. Es hora del aperitivo, ocasión que podemos aprovechar para descubrir el Mercato delle Erbe o Mercado de las Hierbas de Bolonia, uno de los lugares más característicos de la ciudad, donde los restaurantes y clubes de moda se mezclan con los puestos históricos de frutas y verduras. Al Mercato delle Erbe se tarda en llegar unos 15 minutos a pie desde las dos torres caminando por Via Ugo Bassi.

Puedes limitarte a disfrutar de un excelente aperitivo o bien detenerte para cenar, eligiendo entre las numerosas opciones disponibles en un ambiente acogedor cargado de historia y de encanto. Por último, después de disfrutar de los platos típicos de Bolonia, no te olvides de llevarte a casa algún recuerdo enogastronómico de los muchos puestos del mercado, que está abierto hasta la noche.