La Scola
El itinerario parte de uno de los pueblos mejor conservados de toda la zona de Bolonia: La Scola.
Su posición estratégica entre las montañas de los Apeninos y su dominio sobre el valle subyacente hacen que resulte escénicamente impresionante.
El asentamiento es pequeño y podrás inmortalizarlo en pocas horas con tu cámara o smartphone. Para el ojo curioso son muchas las tomas posibles desde diferentes perspectivas. Uno de ellos es el ciprés centenario, verdadero monumento del pueblo, que custodia este lugar escondido y encantado.
El consejo es perderte entre las callejuelas del pueblo a la caza de las huellas dejadas por los famosos constructores que transformaron las torres y edificios defensivos en viviendas. También será visible el paso de los artistas, que decoraron las paredes, puertas y ventanas de las casas con escudos, y las embellecieron con pérgolas, arcos y otros elementos arquitectónicos.
Castel del Río
Continuando el viaje en busca de maravillas, tienes que hacer una pausa en Castel del Río, un pueblo de montaña a lo largo del valle del río Santerno. Lo que te llamará la atención son los densos bosques y castañares centenarios que la rodean. Sumergiéndote en la naturaleza, podrás saborear las sabrosas castañas, protegidas por la marca I. G. P. debido a su preciosidad.
Sin duda te resultará fotogénico el puente Alidosi, único en el mundo por su increíble anchura: la estructura jorobada te impresionará en toda su grandeza. Te sorprenderá saber que su construcción se remonta a 1499: creado para facilitar el comercio entre las dos orillas del río, el centenario puente ha unido las orillas del Santerno durante más de 500 años.
Dozza
Al desplazarte a la zona de Ímola, te pararás en Dozza. El encantador pueblo está encaramado en una colina, la misma sobre la que se levanta majestuosamente la Rocca Sforzesca, y cuenta con apenas 1000 habitantes.
Animan las calles los numerosos personajes impresos en las paredes, que harán que te sientas en una especie de museo, una galería de arte al aire libre: hay más de 100 pinturas en las casas y tiendas. Acompañarán tu paseo por las callejuelas del pequeño pueblo, fruto de la inventiva de extraordinarios artistas que, en los años 60, se dejaron inspirar, encontrando en las paredes de las casas el lienzo sobre el que demostrar su propia maestría.
Este variado y rico patrimonio ha dado lugar a la bienal del Muro Dipinto, que llega a su 28ª edición, una manifestación pictórico histórica que estimulará tu mirada de fotógrafo.
Pieve di Cento
La ruta continúa en la llanura boloñesa, siguiendo el curso del río Reno, hasta llegar a Pieve di Cento. Conocido también como la "pequeña Bolonia" por su parecido con la capital, el pueblo te da la bienvenida a su antiguo centro histórico, que data del año 1500.
El centro gravitatorio de tus fotografías será, sin duda, el de los largos pórticos, construidos siguiendo el modelo boloñés, pero también el trazado urbano del castrum romano, que se ha mantenido casi intacto, al que se le añadió la iglesia parroquial del siglo IX y se sumaron con el tiempo influencias medievales y renacentistas - barrocas. Pieve di Cento también es famosa por su larga tradición musical, que pervive en la escuela de artesanía artística, donde se transmite el arte de la lutería.
San Giovanni in Persiceto
Tu penúltima parada será en la "tierra de los santos", es decir, San Giovanni in Persiceto.
Al llegar al centro de la Pianura, al noroeste de Bolonia, te encontrarás con la animada ciudad, hogar de un arte callejero que fusiona las tradiciones y la historia de la ciudad con pinturas absolutamente contemporáneas en las paredes de las casas.
No te pierdas el centro histórico, que conserva su trazado concéntrico original, y la originalísima plazoleta Betlemme, también conocida como "plazoleta de los engaños".
Aquí, el objetivo de tu cámara tendrá mucho que hacer entre las coloridas pinturas en trampantojo, homenaje al cine con decorados entre lo fantástico y lo real, y la serie de pequeños lugares en los que detenerte para tomar un aperitivo.
Bazzano
Girando hacia Módena, has llegado al destino final de nuestro viaje: Bazzano. Rodeándote de un campo con límites geométricos, podrás disfrutar de unas vistas evocadoras, alternando una naturaleza exuberante con villas históricas y antiguas casas de labranza, prueba de una arraigada tradición agrícola.
En esta ciudad fronteriza, será un placer pasear por la zona protegida del parque regional de la abadía de Monteveglio, a poca distancia del corazón del valle, pero también visitar la antigua Rocca dei Bentivoglio, un fascinante telón de fondo para las tomas que harán eterno lo que, incluso antes del año mil, representa el punto de apoyo de la historia de la ciudad.