Módena: ciudad de arte, tierra de motores y sabores

La historia de Módena comienza con su fundación como colonia romana en el 183 a. C. Sin embargo, tras siglos de decadencia con la caída del Imperio Romano y el dominio longobardo, su renacimiento comenzó después del año 1000.

Su época de máximo esplendor llegará con la familia Este, cuya historia está profundamente ligada a la de Módena desde hace siglos.

Exceptuando el breve periodo en que fue conquistada por el Papa Julio II y gobernada por Francesco Guicciardini, Módena creció gracias a la familia Este. Al convertirse en capital del Ducado de Módena y Reggio, la ciudad sufrió una larga renovación edilicia hasta su anexión al Reino de Italia en 1859.

Módena es una ciudad con muchas caras y que ofrece numerosos lugares que visitar. Si no sabes qué visitar en Módena, aquí tienes una guía de 4 paradas, empezando por las 3 obras arquitectónicas que se convirtieron en Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en 1997:

• La catedral de Módena es una obra maestra del estilo Románico italiano, un símbolo de la vida de fe y culto de su comunidad cristiana. No te pierdas sus magníficas puertas laterales, dos en el lado sur y una en el norte.
• La Torre Cívica, conocida simplemente como Ghirlandina, es el campanario de la catedral y el verdadero símbolo de Módena. Puedes admirarlo desde el exterior y subir después hasta arriba, para una vista única de la ciudad.
• Enmarcada por la Ghirlandina, el Palazzo Comunale y la catedral, la Plaza Grande ha sido siempre el corazón palpitante de Módena, el lugar donde se gestionaba su vida política y religiosa.

No puedes visitar Módena sin dedicar unas horas a la Galería Estense. Se trata del museo que alberga la colección de arte de los duques de Este, que administraron la ciudad durante siglos. 

Para saborear el verdadero espíritu de Módena, he aquí 3 paradas que enriquecerán todavía más tu estancia en la ciudad.

Empecemos por el Mercado Albinelli, el histórico mercado cubierto de Módena y el lugar perfecto para encontrar productos locales y dejarse envolver por sus sonidos y aromas. Lo mejor es disfrutarlo al atardecer, cuando recibe a los visitantes con aperitivos y degustaciones.

Módena es una ciudad para saborear y quien la visita por primera vez debe embarcarse en un tour gastronómico, que comprende desde el vinagre balsámico hasta el jamón de Módena D. O. P., sin olvidar el queso Parmigiano Reggiano, amado en todo el mundo. Puedes hacerlo por tu cuenta o con un tour organizado. Eso sí, no podrás decir que conoces Módena si no has probado los manjares que ofrece.

Módena es también la ciudad del motor por excelencia, donde el mito de la velocidad forma parte de la cultura y la pasión por la mecánica tiene una larga tradición. El Museo Enzo Ferrari te llevará a descubrir el Mito Ferrari entre el pasado y el futuro.

Solo si pruebas las especialidades culinarias de la ciudad podrás decir que la has vivido a fondo. Pero, ¿qué comer en Módena? Aquí tienes 5 delicias a las que no podrás resistirte.

• El gnocco fritto es ideal de empezar el día. Sus ingredientes sencillos suelen combinarse con embutidos y quesos, para un desayuno que te recargará las pilas.
• Las tigelle, también llamadas crescentine, se suelen combinar con el gnocco fritto. Prueba las de mortadela y queso squacquerone.
• Los tortellini en caldo para llevar, aunque parezca mentira, se han convertido en toda una institución en los últimos años: hay que probarlos.
• Las tablas de embutidos y quesos son la verdadera delicia: el Prosciutto di Modena D. O. P., el Parmigiano Reggiano y la mortadela serán siempre abundantes.
• El vinagre balsámico de Módena es uno de los condimentos más populares del mundo: ¿por qué no descubrirlo con una degustación especial en las numerosas bodegas de vinagre de la ciudad?

Módena está llena de lugares insólitos que cuentan su fascinante historia: acompáñanos en 4 etapas para descubrir otra Módena.

Frente al Palazzo Comunale se encuentra la Pietra Ringadora, una gran masa de mármol veronés rojoutilizada en el siglo XV como piedra del deshonor, la cual ha conservado todo su encanto.

La iglesia de San Barnaba de Módena es una joya barroca construida en 1660 para los padres Mínimos de San Francesco di Paola. La bóveda está adornada con frescos de Sigismondo Caula y Jacopo Antonio Mannini y su fachada alberga estatuas de los santos Agustín, Francisco, Bernabé y Miguel.

La visita al Palacio Ducal también debe pasar por la bodega de vinagre de la Academia Militar, en la torre norte. Aquí estaba la antigua bodega de vinagre de Este, restaurada recientemente. Y sí, sabemos que te lo estás preguntando: también ofrecen degustaciones.

Por último, la Casa Museo Luciano Pavarotti , que fue residencia del maestro durante los últimos años de su vida. Actualmente, alberga su colección privada de recuerdos, trajes y premios recogidos durante su larga carrera.