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Enogastronomía
Gastronomía en Ruffano y Supersano

A la mesa en las sierras salentinas

Tipología
car route
Duración
2 días
Número de etapas
3
Dificultad
Fácil

Nos encontramos en uno de los paisajes más singulares de Salento: el de las sierras, que nunca superan los 200 metros de altitud, con relieves pedregosos de naturaleza kárstica en los que los campesinos han tenido dificultades para permanecer, practicando a lo largo de los siglos el cultivo en terrazas.

Lo que más fascina aquí son las extensiones de olivares plateados interrumpidos de vez en cuando por una masía fortificada o algún pueblo soleado que, a ciertas horas, parecen desiertos y silenciosos. Y es aquí, en esta parte de Apulia, donde se produce uno de los productos por excelencia de la gastronomía italiana: el aceite de oliva virgen extra. En particular, en las sierras de Salento predomina la variedad cellina di Nardò (variedad de aceituna autóctona, también conocida como sarracena), que da aceites afrutados con toques de frutos del bosque. Constituye, junto al cultivo de ogliarola (presente en toda la región y que sólo en Salento posee el particular aroma a almendra dulce) la DOP Terra d'Otranto.

Además del aceite, la cocina salentina, casera pero con grandes sabores, cuenta con numerosos productos y platos para degustar. Podemos encontrar hortalizas y verduras en las friselle (pan de trigo duro abizcochado remojado en agua y condimentado con aceite, sal y tomate), en las «orecchiette alle cime di rapa» (orecchiette con grelo), o también en los acompañamientos, como habas y achicoria. También hay aceitunas negras fritas, con una pulpa dulce de un regusto amargo, que se usan para rellenar la puccia salentina (pan típico de Apulia, de forma redonda y plana). Los garbanzos se saborean en la pasta «ciceri e tria» (pasta con garbanzos). Están los platos a base de carnes de cordero o caballo y los a base de pescado del Adriático o del Jónico. Y para terminar los dulces como el pasticciotto (un tipo de pastel relleno). Todo ello acompañado de tintos IGP como el Negramaro o el Primitivo. El itinerario nos lleva a los pueblos de Ruffano, Supersano y Andrano, en el corazón de las sierras de Salento, donde descubrimos rincones donde la cocina típica de Salento ha sido revisada con un enfoque innovador, como también jóvenes bodegas en las que aprender sobre técnicas de producción y degustación.

Ruffano

Ruffano

En el centro histórico de Ruffano, en la Piazza del Popolo, en un palacio del siglo XVII se encuentra el restaurante Farmacia dei Sani, uno de los puntos de referencia de la región para degustar una excelente cocina salentina. Fue la «mamma» Ada quien comenzó con sus recetas, las cuales transmitió a Valentina, su hija, que hoy es chef jefe de este local (gestionado junto a los hermanos Fabio y Roberto) que ha evolucionado de trattoria tradicional a restaurante moderno. Valentina tiene una capacidad instintiva para interpretar los ingredientes de una manera contemporánea pero sin traicionar los orígenes. Como se puede ver en su pasta con mejillones, propuesta con caracoles y mejillones ahumados endulzados con coco, o en los potentes espaguetis a la «colatura alici» (salsa obtenida de la fermentación de anchoas saladas) con limón caramelizado.

Supersano

Supersano

A diez minutos en coche de Ruffano, en Supersano, se encuentra la bodega Supersanum, que nace en 2013 convirtiéndose en una realidad productiva de gestión familiar y artesanal, descendiente de cuatro generaciones de agricultores y productores vitivinícolas. Para los amantes del vino es posible visitar las bodegas y los viñedos y conocer los métodos de agricultura y vinificación naturales. La Masseria Le Stanzie es, en cambio, un buen ejemplo de la hospitalidad de este territorio. Típica residencia de Apulia de orígenes antiquísimos, hoy reestructurada y transformada en agroturismo con una atmósfera íntima y familiar. Un perfecto punto de descanso y refresco donde encontrar refugio y degustar platos y productos típicos locales.

Andrano

Andrano

Antes de llegar a Andrano, con su imponente castillo convertido en una suntuosa residencia patricia en el siglo XVII, vale la pena detenerse a comer en la Trattoria Vardaceli (que toma su nombre de un tipo de pimiento muy picante) en Castiglione d'Otranto. Situada en una abadía del siglo XVIII, se respira la historia de la cocina salentina que deleita el paladar con una propuesta gastronómica que se ha mantenido firme en el tiempo.

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