Resumen
A lo largo de la costa de Abruzzo Trabocchi se encuentra el pequeño pueblo de San Salvo. Con sus espléndidas playas es uno de los destinos elegidos para las vacaciones de verano, pero también es su patrimonio histórico el que representa un fuerte atractivo para los visitantes.
San Salvo tiene un origen muy antiguo: los hallazgos encontrados en la zona atestiguan que la ciudad estaba habitada desde la prehistoria. Del periodo romano son todavía visibles los pavimentos de mosaico y mármol y los restos de un acueducto, mientras que de la fase medieval queda poco, a causa de los bombardeos que han devastado el centro originario, durante la segunda guerra mundial, y de las transformaciones ocurridas con el boom económico del siglo XX.
Para sumergirse en la historia, visite la parte "alta" de San Salvo, es decir, la zona montañosa, a 128 metros de altura. Si, por otro lado, desea conocer el núcleo de la ciudad más reciente, muévase a la parte "baja", es decir, a lo largo de la costa, donde se extiende el área de Salvo Marina, un destino de playa codiciado. La costa de 3 kilómetros, con sus playas de arena blanca, aguas con bandera azul y fondos marinos que se degradan lentamente te conquistarán.
