Abruzos, una inmersión en la naturaleza entre el mar y la montaña

La historia de Abruzos es larga y fascinante, especialmente la relativa a sus orígenes. Según las hipótesis más acreditadas, la palabra Abruzzo deriva de Aprutium, una evolución popular de (ad)Praetutium, tierra de los Pretuzi, una antigua población itálica que vivía en la actual Teramo.

Poblada desde la prehistoria, albergaba grupos de pastores, pertenecientes al linaje de los samnitas, que explotaban las vías naturales creadas en los largos valles para la trashumancia de las ovejas: recorrían caminos de montaña y desfiladeros desde las zonas próximas a L'Aquila hasta Foggia y viceversa. La trashumancia era el principal medio de sustento económico del territorio.

Entre las poblaciones que marcaron el territorio estaban los Marsi, los Peligni, los Vestini y los Equi, que vivían en ciudades amuralladas con grandes santuarios. Sobre el tema de los Vestini, y las guerras samnitas, tenemos hoy un precioso testimonio: la estatua del Guerrero Capestrano una escultura de piedra caliza blanda que representa a uno de sus guerreros. Es una de las obras más monumentales y significativas del arte itálico que se conserva en Chieti. 

Abruzos se extiende desde el corazón de los Apeninos hasta el mar Adriático y comprende 3 Parques Nacionales, una Zona marina protegida, un Parque Regional y más de 30 Reservas Naturales: es el mayor espacio natural de Europa, caracterizado por sus picos prístinos, colinas suaves y un hermoso mar.

Las principales ciudades de Abruzos son Pescara sobre el mar Adriático y lugar de nacimiento del poeta Gabriele D'Annunzio, Teramo y L'Aquila.

Teramo está en las laderas del Gran Sasso, montaña emblemática de los Abruzos. Ciudad de origen antiguo, llena de olivos e hileras de viñedos, es el pueblo más bonito de los Abruzos.

L'Aquila es una ciudad importante del centro Italia, en una posición que la convierte en una de las capitales más altas del país. A pesar de haber sido duramente golpeada por el fuerte terremoto de 2009, la ciudad se ha remangado con valentía para devolverle todo su esplendor. Visita la Basílica de Santa Maria di Collemaggio para entenderlo.

Además de las ciudades más importantes de Abruzos y de un trozo de costa adriática con vistas increíbles, si estás en Abruzos visita el Parque Nacional de Abruzos, el corazón de los Apeninos que abarca 50 000 hectáreas. En su interior se encuentran 12 municipios de la provincia de L'Aquila con un patrimonio histórico y arquitectónico fascinante y antiguos bosques de hayas de más de 500 años de antigüedad, que se han convertido en Patrimonio de la Humanidad Unesco.

La siguiente excursión dedícala al Parque Nacional del Gran Sasso y los Montes de la Laga, con altas cumbres como los Montes Gemelli, los Montes de la Laga, el Corno Grande y la cadena del Gran Sasso de Italia y pequeños pueblos con historia antigua. Con sus altas cumbres, ofrece maravillosos paisajes y vistas impresionantes.

De la montaña al mar: la reserva natural guiada Punta Aderci es una maravillosa zona protegida en Vasto, provincia de Chieti, con un entorno dunar típico. Fossacesia es un pueblo de la Costa dei Trabocchi con playas de postal y paisajes encantadores.

Para la última etapa volvemos a la altura: el Parque Nacional de la Majella es un oasis natural que abarca el gran macizo de la Majella, los montes Morrone, los montes Pizi y la sierra de Porrara.

Alberga 7 reservas naturales estatales en donde los botánicos han encontrado más de dos mil especies de plantas, algunas de ellas por primera vez.

El parque es el hábitat ideal de numerosos animales, algunos muy raros, como el lobo de los Apeninos, el águila real, el rebeco de Abruzos, el oso pardo marsicano y el chorlito.

Rocca Calascio es el primero de los lugares insólitos de Abruzos, ideal para curiosos: es un antiguo y fascinante pueblo medieval situado en la cima de una colina a 1460 metros de altitud con una fortaleza construida en una posición estratégica para controlar los valles de Abruzos.

Vale la pena visitar el Lago di Scanno, un pequeño lago de montaña de origen natural con forma de corazón.

Por último, Santo Stefano di Sessanio, dentro del Parque Nacional del Gran Sasso, destaca en el Club de los Pueblos más Bonitos de Italia: es una preciosa joya en la montaña con un rico pasado.

Son muchos los productos típicos de Abruzos para degustar, de no perderse el genciana, un licor típico obtenido de las raíces de la planta homónima, y los confetti di Sulmona, almendras cubiertas con una fina capa de azúcar.

Los golosos apreciarán las ferratelle de Abruzos, galletas con una forma particular según la plancha en la que se horneen, y el pecorino de Farindola, un sabroso queso de aroma persistente y notas herbáceas.

Y luego están los arrosticini de carne de oveja, típicos de los Apeninos, deliciosos. El único inconveniente: uno tira el otro.

Entre las citas ineludibles de Abruzos está el Perdonanza Celestiniana, el rito de la apertura de la Puerta Santa que cada vez parece marcar un nuevo renacimiento en L'Aquila.

La Fiesta de los Serpari en Cocullo se celebra cada año el primero de mayo mediante un antiguo ritual que lo convierte en una fiesta sagrada y profana dedicada a Santo Domingo Abad: la plaza del pueblo se llena de serpari con diversos reptiles con los que es posible entrar en contacto para vencer el miedo y la repulsión.