Abruzos, la región verde de Europa

Un tercio del territorio de los Abruzos está sujeto a áreas protegidas: tres parques nacionales, un parque regional y más de treinta reservas naturales, de ahí el nombre de región verde de Europa. Se trata de una elección firme y con visión de futuro para quienes han hecho del medioambiente su primer recurso y proyectan a la región hacia un papel destacado en el ámbito del «turismo verde».

Dentro de las regiones de los Apeninos, los Abruzos se caracterizan por el carácter predominantemente montañoso de su territorio, ya que dos tercios de la superficie regional se sitúan por encima de los 750 metros de altitud. Característica debida al particular desarrollo que asumen los Apeninos en su tramo central, en el que —además de conservar su curso medio respecto a la península— se expanden transversalmente, dando lugar a un complejo sistema de ondulaciones montañosas paralelas, intercaladas con vastas mesetas.

Este fuerte nodo montañoso, situado íntegramente en los Abruzos, cuenta con las mayores cumbres de los Apeninos, con el Corno Grande del Gran Sasso (2912 m s. n. m.), el Monte Amaro della Majella (2794 m s. n. m.) y el Monte Velino (2486 m s. n. m.).

Igualmente característico es el lado costero, con kilómetros de playas y un tramo que se ha vuelto icónico: la Costa dei Trabocchi y la Via Verde, un carril bici cerca del mar desde el que comenzó la primera etapa de la última edición del Giro de Italia.

Los «trabocchi» son antiguas máquinas de pesca típicas de las costas de los Abruzos (con diferentes versiones en Molise y Apulia). Estas imponentes estructuras de madera, construidas principalmente con pino de Alepo, se extienden desde la playa hasta el mar. Se cree que la técnica de pesca utilizada por los pescadores locales se remonta a la época de los fenicios. Uno de los primeros documentos que atestigua la presencia de «trabocchi» en la zona data del siglo XV. El documento cuenta la vida de fray Pietro da Morrone, que más tarde se convirtió en el papa Celestino V.

La Costa dei Trabocchi es, por tanto, el maravilloso tramo de costa de los Abruzos que alberga magníficos «trabocchi». Los tramos en los que se pueden admirar y nadar son principalmente Ortona, San Vito Chietino y Rocca San Giovanni.

Paisajes y experiencias sugerentes que se amplifican si se combinan con los recursos enogastronómicos. 

La calidad de la producción vinícola de los Abruzos ha aumentado de forma evidente en los últimos 20 años. Las variedades autóctonas son cada vez más populares en el panorama internacional. Se encuentra muy extendido el Trebbiano d'Abruzzo DOC, obtenido de la vid del mismo nombre, conocida por su capacidad de envejecimiento; expresa aromas afrutados y florales, acompañados de notas minerales. El pecorino, muy apreciado en pureza, es sabroso, fresco y con carácter. En versión espumosa también tiene una gran demanda. Resulta interesante la Cococciola, que está empezando a obtener interesantes resultados; una variedad vinificada tanto en la versión firme como en la espumosa.

Es necesario mencionar el Cerasuolo d’Abruzzo, un rosado obtenido a partir de uvas Montepulciano. Sin duda, podemos definirlo entre los mejores rosados italianos tanto por el gran placer de sabor como por el excelente compromiso entre cuerpo y frescura, perfecto para todas las comidas y por la gran versatilidad de maridaje. El Cerasuolo d’Abruzzo es uno de los rosados más longevos del panorama vitícola italiano.

El vino más representativo es el Montepulciano d'Abruzzo DOC. Hay numerosas interpretaciones, y la DOCG Montepulciano d'Abruzzo Colline Teramane, expresión de la parte norte, limítrofe con la región de Las Marcas, es muy identificable.

El Montepulciano d'Abruzzo es un vino de cuerpo y al mismo tiempo elegante, pleno, equilibrado y apto para el envejecimiento.  

Receta de la chef de los Abruzos Nadia Moscardi. Reinterpretación creativa de un famoso plato tradicional a base de legumbres, verduras y pasta; un plato actualmente considerado de recuperación y en línea con el concepto de economía circular: las virtù teramane.

<<Los platos siempre están vinculados al territorio, a los productos de L'Aquila y a la tradición, pero se interpretan en clave moderna con nuevas técnicas de cocción y con preparaciones en sintonía con los tiempos. Platos del recuerdo que llegan al corazón con sus olores y sabores modernamente interpretados, pero siempre avalados por la autenticidad de las materias primas.>>
Nadia Moscardi

Dificultad: Media

Cantidad: 4 personas

Ingredientes

50 g de judías blancas Paganica, 20 g de garbanzos Navelli, 20 g de lentejas S. Stefano, 400 g de calabacín, 50 g de jamón en lonchas, 20 g de espinacas tiernas, 20 g de «farfalle», 20 g de «penne», 20 g de «conchiglie rigate», 20 g de «mezzi rigatoni». Cebolla blanca, aceite de oliva virgen extra y semillas de cacahuete

Procedimiento

Remojar las legumbres durante la noche y luego hervirlas. Colocar el jamón en el horno a 100° durante 25/30 minutos, dejar enfriar y después triturar. Hervir las patatas, saltearlas en la sartén con el aceite, la cebolla y las espinacas crudas, colocar la sal y, a continuación, batir todo. Cocer la pasta, primero los «mezzi rigatoni» y las «conchiglie» y, tras 2 minutos, el resto de la pasta hasta que esté bien cocida. Freír el calabacín cortado en rodajas finas en aceite bien caliente. Emplatar la crema de patatas con la pasta por encima, un chorrito de aceite de oliva virgen extra, las legumbres, las verduras, el calabacín frito y la crema de jamón.

Este plato tradicional de los Abruzos, rico en ingredientes y con un componente también en la fritura, combina bien con el Cerasuolo d’Abruzzo. Es un rosado obtenido de la variedad de uva pura Montepulciano d’Abruzzo. Aporta toques afrutados de cereza, fresa y granada, con un ligero toque de hoja de tomate. Dotado de una excelente estructura, tiene un carácter envolvente, afrutado y ligeramente sabroso.