Val d'Aosta: en Val Ferret, a un paso del cielo
Al pie del Monte Blanco, al norte de la cuenca de Courmayeur, se encuentra el Val Ferret, que junto con el Val Vény forma el límite geográfico del macizo por el lado italiano.
Emociones a gran altura
Al recorrer el Val Ferret por la izquierda, se pueden admirar algunos de los picos más altos y majestuosos de los Alpes: el Diente de Gigante, las Grandes Jorasses, la Aiguille de Triolet y el Mont Dolent, mientras que, a la derecha, las laderas del Mont de La Saxe son decididamente más suaves.
Si eres aficionado a la montaña, en la temporada de verano en Courmayeur puedes aprovechar una amplia oferta de itinerarios, desde paseos, aptos para todos los públicos, hasta excursiones bicicleta de montaña o a caballo, hasta rutas de montañismo. Entre estos últimos, por ejemplo, la del Diente de Gigante. Su inconfundible perfil atrae a todo aquel que visita esta zona para admirar el espectacular paisaje que ofrece la alta montaña.
Su ascenso por la vía normal se ve facilitado por una serie de cuerdas fijas que hacen accesible el Diente a un gran número de alpinistas. Puedes tomar el primer teleférico del día. Si no estás seguro de poder descender por el mismo medio, puedes pasar la noche en el Rifugio Torino.
Lo importante es que seas un experto, tal vez te acompañe un guía de montaña para una subida segura.
Un paraíso para los senderistas
El Val Ferret es también el destino ideal si te gusta el senderismo: una ruta fácil y bien señalizada atraviesa todo el valle desde Entrèves hasta el Col du Petit Ferret. Después de haber cruzado Entrèves, deja el coche y toma la pista de tierra; pasarás la Dora di Val Ferret y, poco después, empezarás a subir al bosque. Una vez fuera, podrás ver el Val Ferret, el Val Vény y el Monte Blanco.
El recorrido de 15 kilómetros también se puede dividir en etapas, gracias a los tres refugios que encontrarás en de camino: el primero es el Refugio Bertone, el segundo es el Refugio Bonatti, desde el que se puede disfrutar de una espléndida vista del Diente de Gigante, y el último es el Refugio Elena, después de Arnouva.
En invierno, esquí de fondo y bicicleta de nieve
Val Ferret también es imprescindible en invierno. Si te gustan los paisajes nevados y las actividades en la nieve, aquí tendrás mucho donde elegir: podrás disfrutar de esquí de fondo, pero también prueba el fat biking, snow biking o simplemente pasear por el camino de nieve preparado y reservado a los peatones.
Además del esquí nórdico en Val Ferret, en Courmayeur, tendrás dos pistas perfectas para el esquí alpino o las aventuras en la nieve, la de Chécrouit y la de Val Veny, y dos escuelas de esquí, una solución ideal si eres principiante.
La riqueza del Val Ferret, de la fauna a la flora
Val Ferret es, también, una Zona de Protección Especial del Valle d’Aosta, es decir, una zona situada en una ruta migratoria, establecida con el objetivo de proteger la avifauna.
La zona protegida comienza en el poblado de La Palud y se extiende hasta el Col Ferret: se han identificado 81 especies de aves, entre ellas algunas cada vez más raras, como el águila real, el quebrantahuesos, la lechuza, la perdiz blanca, el grajo coralino, el gallo lira común, el pájaro carpintero negro y el pequeño.
También vive aquí la mayor colonia de íbices de Europa, y no es difícil avistar rebecos, corzos, ciervos, liebres y marmotas: incluso hay un pequeño grupo de ejemplares albinos. La flora es igualmente espectacular. Además de las flores y plantas que encontrarás a lo largo de los senderos de Val Ferret o Val Veny, no pierdas la oportunidad de visitar el Jardín Alpino de Saussurea, uno de los más altos de Europa, al que se puede llegar en el teleférico Skyway (primera estación en Pavillon du Mont Fréty). Creado en 1 984 por la Fundación Donzelli-Gilberti con el objetivo de salvaguardar la flora del Monte Blanco, alberga también especies de los Alpes Orientales, Asia y América del Norte.