El Palio de Siena: el evento del verano más italiano que existe

El 2 de julio de 2022, los caballos lucharon en el Palio en honor a la Virgen de Provenzano y el distrito del Dragón se hizo con el trofeo.

Los aficionados esperan al 16 de agosto de 2022, cuando se celebrará la segunda carrera: Onda, Selva, Chiocciola, Tartuca, Lupa, Giraffa, Civetta, Leocorno, Nicchio y Valdimontone, las contradas protagonistas y tres rivalidades en la plaza tras el sorteo: entre Civetta y Leocorno, entre Nicchio y Valdimontone y entre Tartuca y Chiocciola
En el Palio participan cada año, según un sistema de sorteos y rotaciones, 10 de los 17 distritos de la ciudad, de modo que nadie pueda perderse más de dos seguidos, salvo casos especiales.

Los caballos y sus jinetes, que los montan sin silla, entran en la plaza del Campo, espolvoreada con polvo de toba para la ocasión, alrededor de las 7 de la tarde. El disparo de un mortero anuncia su entrada. La competición comienza (comúnmente denominada «carrera» en la jerga del Palio) y gana el caballo más rápido, es decir, el primero que finaliza tres vueltas a la plaza en el sentido de las agujas del reloj.
El trofeo es el «estandarte», que los sieneses llaman también «cencio», una tela pintada por artistas elegidos cada cierto tiempo por el Ayuntamiento, que luego la contrada ganadora lleva a la Colegiata de Santa María de Provenzano en julio y a la Catedral en el Palio de agosto.

Los orígenes del Palio de Siena son muy antiguos, pues se trata de una larga tradición que nunca ha perdido su encanto ni la intensa participación de los sieneses. El Palio hoy está más vivo que nunca y es una parte integral de la cultura de la ciudad y su gente.

Nació en la Edad Media, la edad de oro de Siena, en los tiempos de la noble y rica República. El primer documento sobre el Palio se remonta a 1238, mientras que ciertos testimonios de la primera carrera ecuestre datan de 1633. La definición exacta de las contradas, aún en boga, se remonta a 1729 y cada una se distingue por su propio escudo heráldico. Son esos escudos que aún hoy veis expuestos con orgullo a lo largo de las calles de la ciudad. 

El Palio en honor a la Virgen de la Asunción en realidad dura del 13 al 16 de agosto, días en los que se llevan a cabo una serie de rituales que han permanecido intactos a lo largo de los siglos: bendición de caballos, sorteos, ensayos generales y cenas.

El Palio siempre está precedido por un desfile histórico con numerosos figurantes disfrazados, entre tambores, alfiles, jinetes y abanderados, que recrean los fastos de la República de Siena. La procesión comienza a desfilar el mismo día del Palio, el 16 de agosto, a partir de las 15:30 horas.
Entre finales de septiembre y principios de octubre se celebra la «cena de la victoria», en la que la comarca festeja a su caballo ganador y lo engalana para la fiesta.
Los sieneses siempre lo han dicho: en el fondo, el Palio, dura todo el año.

• El Palio es un gran acontecimiento histórico y religioso, muy local, pero al mismo tiempo de enorme resonancia internacional. Así que procura reservar tu estancia con mucha antelación, eligiendo entre los hoteles de la ciudad, donde reina un entusiasmo contagioso mezclado con confusión, y los tranquilos agroturismos de los alrededores.

• Asistir al Palio en la plaza del Campo, con su original forma de concha, es gratis. En cambio, hay que pagar por los asientos de los palcos o las terrazas y ventanas de los apartamentos que dan a la plaza. No hay una taquilla oficial, por lo que se debe preguntar a los lugareños cómo adquirir entradas y cómo asistir a las cenas.

• Acude a la plaza al menos tres horas antes de la carrera y no lleves nada: sillas, cochecitos y ni siquiera niños (la entrada está prohibida a los menores de 12 años). No podrás salir de la plaza antes de que la carrera ecuestre finalice.