San Gimignano, un viaje por el encanto de la Edad Media y la magia de la naturaleza
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Entre viñedos, campos de trigo y pueblos antiguos, es un digno representante de la Toscana del Chianti y del Val D'Orcia, donde reinan los sabores inconfundibles y la buena cocina tradicional.
Inscrita en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 1990, San Gimignano conserva con cariño la atmósfera de un pueblo del siglo XIV y el aspecto de uno de los mejores ejemplos de organización urbana de la época comunal.
Sus inconfundibles torres dominan un paisaje que merece algo más que una visita para descubrirlo.
Historia y curiosidades de San Gimignano
Entre las ciudades medievales italianas para ver al menos una vez en la vida, San Gimignano ocupa por derecho un puesto de honor: joya toscana con una historia interesante que comienza en la prehistoria y conoce su apogeo en la Edad Media.
De ser una aldea de la vía Francígena y feudo del obispo de Volterra, la ciudad medieval de San Gimignano creció en una situación geográfica estratégica que la convirtió en un itinerario querido por los peregrinos, especialmente los que venían de Francia y viajaban a Roma.
Delimitada por las primeras murallas, se convirtió en uno de los principales lugares de tránsito y descanso para viajeros y comerciantes, lo que aseguró una floreciente expansión. Su esplendor se detuvo temporalmente durante el periodo de la república florentina, asolada por la peste y el hambre, resurgiendo después para llegar intacta hasta nuestros días.
Por qué San Gimignano es un sitio de la Unesco
San Gimignano es un sitio de la UNESCO desde 1990 como obra maestra del genio creativo humano, un ejemplo excepcional de arquitectura y paisaje impresionantes, así como un testimonio único de una civilización del pasado que narra importantes etapas de la historia de la humanidad. De hecho, su auténtica estructura medieval se ha conservado con mucho cariño tanto a nivel arquitectónico como urbanístico, lo que nos permite admirarla embelesados hasta el día de hoy.
En particular, es el centro histórico de San Gimignano con sus torres, las que le han valido el apodo de la Manhattan de la Edad Media, considerándolas un valioso bien universal que hay que conocer, explorar y proteger.
Qué ver en San Gimignano: paradas obligatorias
La ciudad de las bellas torres, aunque no es especialmente extensa, es rica en puntos de interés. Para visitar San Gimignano, empieza por estas paradas imprescindibles.
Partimos de la plaza Duomo , antaño centro de la vida religiosa y política de la ciudad y hoy una pequeña obra maestra de historia y belleza. Tómate un tiempo para visitar el Duomo de San Gimignano, que llama la atención por su fachada lineal y sin adornos, pero no te dejes engañar: contiene preciosos tesoros, como el fresco del siglo XIV que cubre sus muros y que nunca ha sido restaurado.
No se puede pensar en San Gimignano sin pensar en sus torres, a las que hay que dedicar tiempo. Parte de la torre del Diablo, una de las 14 conservadas y a la que se vincula una curiosa leyenda: el propietario, al volver de un viaje, notó con gran sorpresa que la torre era más alta de lo que la había dejado. Un acontecimiento prodigioso que fue inmediatamente atribuido a la intervención del diablo. También está entre las más conocidas gracias al videojuego Assassin's Creed. Igualmente interesante es la torre Grossa de San Gimignano, la más alta de la ciudad gracias a sus 54 metros y una de las pocas a las que se puede subir para disfrutar de una maravillosa vista de la ciudad y de las colinas circundantes. No te pierdas tampoco la torre Rognosa, que es la torre del palacio municipal, la más antigua y que durante siglos ha sido la más alta de la ciudad.
Entre los lugares mágicos que tienes que visitar en San Gimignano está, sin duda, la plaza della Cisterna, situada en la cima de la colina. La zona "comercial", en la que se encontraban las tiendas en el pasado, es una de las más bellas de la Toscana.
2 ideas sobre qué hacer en San Gimignano
Tras acostumbrarte al ambiente medieval de este pueblo, detente a degustar los vinos, que en San Gimignano son un verdadero néctar divino. Las propuestas son muchas, al igual que las bodegas que ofrecen experiencias para todos los gustos.
Si tienes tiempo, no te pierdas una de las muchas visitas a pie gratuitas de San Gimignano, auténticos paseos guiados entre las maravillas de la ciudad.
Qué comer en San Gimignano: 4 especialidades que no te puedes perder
Una cocina local, genuina y ligada a los ingredientes locales. Elegir qué comer y beber en San Gimignano es fácil.
Comienza llenando tu copa con Vernaccia di San Gimignano, de color amarillo pajizo y con reflejos dorados que se acentúan con el envejecimiento. Puedes acompañarlo con soppressata y la finocchiona toscana, dos ricos y sabrosos embutidos. El primero se prepara con trozos gruesos de carne de cerdo confeccionados con una tela, mientras que el segundo se hace con carne picada de cerdo, esparcida en vino tinto y aromatizada con semillas de hinojo.
Sin embargo, antes de partir, acuérdate de hacer acopio del preciado oro local: el azafrán de San Gimignano, preciosa especia de sabor intenso con denominación de origen protegida.