Ciudades de arte, paisajes de ensueño y buena comida: Toscana es el sueño de todo turista

Durante siglos en el centro del desarrollo económico y artístico italiano y europeo, el territorio de Toscana ha estado habitado desde el Paleolítico, pero dejó su marca en su historia uno de los pueblos más misteriosos de la época prerromana: los etruscos. Tras la conquista por parte de romanos y bizantinos, Toscana cayó en manos de los lombardos, que establecieron un ducado con sede en Lucca hasta la intervención de Carlomagno.

A partir del año 1000, la República Marítima de Pisa se desarrolló con una de las flotas navales más poderosas de la época, y Toscana se enriqueció con castillos para controlar y defender el feudo, como los de Monteriggioni, Volterra y el castillo de Poppi. Aquí, el 11 de junio de 1289, se libró la batalla de Campaldino, que vio triunfar a los güelfos sobre los gibelinos.
Fue el inicio de la hegemonía de Florencia sobre Toscana, con la familia Médicis en el poder durante casi 300 años desde 1434.
De cuna del Renacimiento también gracias a Lorenzo el Magnífico a Gran Ducado de Toscana hasta 1859, la región también fue decisiva en el recién nacido reino de Italia con Florencia como capital hasta 1870.

Con 9 capitales de provincia y la ciudad metropolitana de Florencia, Toscana alberga algunas de las ciudades más bellas de Italia.
La capital de la región es un museo al aire libre en el que puedes pasear durante días descubriendo obras maestras de la arquitectura como la catedral de Santa María del Fiore y el Ponte Vecchio y obras de arte de incalculable valor como el David de Miguel Ángel en la galería de la Academia y las que se exponen en la galería de los Uffizi.

Siena te transportará a la Edad Media con un centro histórico que se extiende desde la majestuosa plaza del Campo.
Pisa, a un paso de la costa del Tirreno, te espera con la plaza dei Miracoli en la que se levantan la torre inclinada, el camposanto, el baptisterio y el Duomo.

Justo encima de Pisa, rodeada de murallas medievales perfectamente conservadas, se encuentra Lucca, con todo su encanto y un calendario lleno de eventos y acontecimientos durante todo el año.
Y luego está la campiña, con pueblos intemporales como San Gimignano, con sus torres medievales elevándose sobre el paisaje, y Pienza, una pequeña joya de Val d'Orcia.

Tienes que explorar a fondo Toscana para que cada día descubras nuevos tesoros y lugares de ensueño, como Val d'Orcia, en el corazón de la provincia de Siena, con sus colinas onduladas y sus colores de postal que cambian temporada tras temporada.

También es impresionante la Maremma, que se extiende entre las provincias de Grosseto y Livorno con impresionantes costas y vegetación mediterránea en la que perderte. Desde allí puedes llegar al Monte Amiata, en cuya cima se alza una cruz monumental de 22 metros construida para celebrar el Año Santo de 1900.

Al norte de Florencia se encuentra el valle del Mugello, lleno de huellas dejadas por los etruscos, que debes visitar tras detenerte en las capillas de los Médicis en el corazón de Florencia.

Los amantes del mar podéis elegir entre kilómetros de costa y pequeñas joyas toscanas del mar Tirreno, la isla de Elba en el golfo de Follonica y la isla de Giglio frente al Argentario.

Si buscas lugares insólitos fuera de las rutas turísticas, empieza por el jardín dei Tarocchi, un parque artístico en Capalbio con grandes y extravagantes instalaciones inspiradas en el tarot.
Peccioli, por su parte, es un lugar donde el encanto de la Toscana medieval se combina con la conceptualización del arte contemporáneo.

Las vías Cave Etrusche te catapultarán a un paisaje de cuento de hadas entre senderos tallados en la toba y misteriosos grabados, mientras que a partir de 2023 podrás pasear por el pueblo fantasma de Fabbriche di Careggine, en la provincia de Lucca y que, desde 1947 está sumergido por las aguas del lago Vagli para resurgir periódicamente coincidiendo con los trabajos de mantenimiento de la central hidroeléctrica.

La abadía de San Galgano, abandonada desde finales del siglo XVIII, es el destino perfecto para una excursión fuera de la ciudad después de descubrir los Bottini di Siena, los túneles subterráneos excavados bajo la ciudad para el suministro de agua.

La historia, el arte y la cultura de Toscana están ligados a una larga tradición gastronómica, empezando por los famosos vinos apreciados en todo el mundo, como el Chianti blanco, el vino Nobile di Montepulciano y la Vernaccia di San Gimignano.

El pan toscano se combina perfectamente con los embutidos típicos de la región, como el lardo de Colonnata, procedente de la provincia de Massa y Carrara, y la Finocchiona, que se puede degustar en toda la región junto con el queso pecorino toscano.

El bistec a la florentina es una obra maestra que puedes disfrutar no solo en Florencia, mientras que en la zona de Pistoia encontrarás el Fagiolo di Sorana con su sabor único debido al extraordinario microclima de la zona.

Toscana te da la bienvenida durante todo el año con eventos como el emblemático palio de Siena que el 2 de julio y el 16 de agosto de cada año desde 1644, ha visto competir a las 17 contradas en una justa ecuestre en la pintoresca plaza del Campo.

El carnaval de Viareggio, uno de los más grandes y animados del mundo, se celebra desde 1873 con su tradicional desfile de carrozas.

Si te gusta la música en directo puedes contar con el Maggio Musicale Fiorentino en el que, entre finales de abril y principios  de julio, se alternan óperas, conciertos y ballets en los lugares más sugerentes de Florencia.
Y ya que estás en la capital, no te pierdas el torneo de fútbol histórico florentino para presenciar un desafío entre los 4 distritos de la ciudad en lo que se considera el antecesor del fútbol moderno.

Por último, el festival de verano de Lucca, en julio, transforma la ciudad en un escenario musical en el que los más grandes artistas suelen elegir Lucca como única parada italiana en sus giras europeas.