Toscana, genio, arte y creatividad en la mesa
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Los toscanos cada día convierten su llamada cocina pobre en renacentista, en perfecta armonía con la cultura de la reutilización y el ahorro, protegiendo el medio ambiente. Pruébelo para creerlo.
La apertura está dedicada a la schiacciata all'olio, tan buena y sencilla como puede ser, seguida de las pappardelle, cuyo nombre, derivado de la palabra dialectal "pappare", es todo un programa. Suelen estar aderezados con ragú de carne y caza.
Pruebe los "pici", un plato tradicional sienés, fideos irregulares rugosos, aderezados con aceite y pan rallado, y otros tres clásicos: pappa al pomodoro, ribollita y acquacotta, recetas campesinas a base de verduras, sabrosas y económicas, útiles para reciclar el pan duro.
Entre los platos principales, pida dos delicias de la capital toscana: el legendario bistec a la florentina y el "cibreo", con menudillos, hígados y crestas de pollo cocinados con mantequilla y cebolla triturados en salsa de huevo y limón. Pruebe también las fochas alla Puccini y los tordos al espeto, en la zona de Lucca, y el imperdible jabalí en salsa agridulce de la zona de Grosseto, mientras que si está en la costa, pruebe el caciucco alla livornese, que requiere al menos cinco variedades de pescado.
No pase por alto el inconfundible sabor del lardo di Colonnata, el pecorino di Pienza, el salumi di cinta senese -una raza de cerdo muy antigua- y la finocchiona, con carne de cerdo picada y condimentada con semillas de hinojo y vino tinto.
Alucine con los postres: desde los ricciarelli, galletas con pasta de almendras, hasta el panforte, con canela, cardamomo, clavo y nuez moscada, ambos de la tierra de Siena; desde los brigidini con semillas de anís de Pistoia hasta los brutti ma buoni, reivindicados tanto por Pistoia como por Lucca. Por encima de todo, ganan los cantucci, las galletas más famosas de la Toscana, y el Alchermes, un licor aromático utilizado en la preparación de los dulces.
Entre los vinos, no se pierda el Chianti, el Brunello di Montalcino, el Vino Nobile di Montepulciano, el Morellino di Scansano, el Montecucco Sangiovese y la Vernaccia di San Gimignano. El precioso néctar de la tierra es también el aceite de oliva virgen extra de la región, de máxima calidad.
Una inmersión en los sabores de Lunigiana, entre setas y castañas
Llegue a Pontremoli, en la provincia de Massa Carrara, un pueblo para saborear, empezando por el Bianco Oro, un aperitivo con receta secreta, servido en una copa de vino espumoso, seguido por el "pastel de hierbas", preparado con hierbas silvestres y verduras de temporada, con ricotta, pecorino, huevos y pan rallado, continuando con los testaroli al pesto (con aroma de Liguria, una región vecina), y las setas de Borgotaro, trifoliadas, a la parrilla o crudas.
Antes de irse, disfrute de un amor -un dulce de doble barquillo con corazón de crema, cuya receta es un secreto- o del Ramaino, un pan elaborado con especias y frutas confitadas.
En Apella, un pueblo del Parque Nacional del Apenino, disfrute de la miel de castañas de Lunigiana, los buñuelos de castañas, los pattone (pequeños pasteles horneados en hojas de castaño), la lasaña bastarda con harina de castañas y harina de trigo.
En la zona de Montereggio, pruebe el panigacci, un pan horneado en platos de terracota, llamados testi, al rojo vivo sobre el fuego, con pesto o con rodajas de carne y queso.
En Fivizzano, pruebe un antiguo elixir elaborado con Cina tropical y hierbas aromáticas, mientras que en Fosdinovo, rodeado de verdes colinas de viñedos y olivares, saboree el fragante Vermentino dei Colli di Luni.
Platos típicos
Ribollita
Se encuentra ante una excelencia local que extrae su fragancia de la elección y la frescura de los productos, desde la col hasta las patatas, pasando por las cebollas, los guisantes y los calabacines. Esta antigua receta con raíces en la Edad Media es ideal para calentarse en los fríos días de invierno.
El bistec florentino
Se diría que es un plato fácil de cocinar y que lo único que se necesita es la carne y el corte adecuados (ternera chianina o scottona, alta y con hueso). Sin embargo, hay que conocer algunos trucos para disfrutar plenamente de este famoso plato. Es un plato tan famoso e identificativo que para pedirlo basta con decir "una fiorentina, por favor".