Estar en Castelbuono para descubrir la esencia del sur trabajando en un pueblo siciliano
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¿Qué es esto? Trabajar desde un magnífico lugar sin tener que pasar horas viajando en transporte público o en coche para llegar a la oficina, disfrutando del ritmo pausado de un pueblo del sur de Italia, de la hermosa naturaleza que lo circunda y de las oportunidades culturales que ofrece.
Esto ocurre en Castelbuono, uno de los pueblos más bellos de Sicilia, que se encuentra entre los primeros que se incorporaron al circuito South Working.
La magia y el encanto de Castelbuono
Encaramada en lo alto de una colina, Castelbuono es una localidad de unos 8000 habitantes situada en el corazón del Parque de las Madonie, en la ladera de la colina de Milocca. A su alrededor hay bosques de castaños, encinas y fresnos, mientras que al fondo brilla el mar azul: en sólo 15 minutos se llega desde allí a la costa tirrena de Sicilia.
Los orígenes de la ciudad son muy antiguos. La zona ya la habitaban en el Neolítico, luego sufrió la dominación griega y árabe y finalmente la normanda. Pero fue la familia Ventimiglia la que hizo de este pueblo la joya que sigue siendo hoy en día, al trasladarse a vivir aquí y construirse un castillo en 1300. Castelbuono es un pueblo lleno de maravillas históricas y arquitectónicas por descubrir, pero basado en el ritmo pausado de pueblo, que parece haber surgido de unos tiempos olvidados. Por poner un ejemplo: aquí, la recogida de basuras puerta a puerta se hace con burros, en lugar de vehículos a motor.
Toda la belleza del Sur trabajando en Castelbuono
El South Working de Castelbuono tiene otro sabor. Aquí podréis trabajar en el vestíbulo de un castillo, en el salón de un palacio del siglo XIX, en un antiguo claustro o entre vitrinas de un fascinante museo de la naturaleza. Estos son los lugares a vuestra disposición para trabajo remoto, donde encontraréis todo lo que necesitéis para conectaros. ¿Los extras? Un entorno arquitectónico que os dejará con la boca abierta. Vuestros niveles de productividad seguro que se mantendrán altos, a la vez que elimináis el estrés.
En Castelbuono se disfruta de una excelente calidad de vida: no hay niebla, bullicio ni atascos. Además, los que deciden venir a tele-trabajar desde aquí tienen acceso a una serie de descuentos especiales para alojamiento en el pueblo, por períodos largos o cortos, y dietas de comidas en restaurantes. Supone también una gran oportunidad poder hacer turismo sin tener que ausentaros del trabajo.
Todo lo que hay que ver en Castelbuono
Entre reunión y reunión, o al final de una jornada de trabajo, no os podéis perder la ocasión de ver las bellezas que os ofrece Castelbuono. El castillo de Ventimiglia es un buen ejemplo: construido en 1317, ha sido remodelado varias veces a lo largo de los siglos hasta convertirse en una magnífica mezcla de estilos árabe, normando y suevo. Hoy en día alberga el Museo Cívico, que, además de sus colecciones permanentes (arqueología, arte sacro, urbanismo), acoge exposiciones temporales de arte contemporáneo. Pero lo que realmente os sorprenderá es la Capilla Palatina de Santa Ana, decorada con estucos barrocos, que se encuentra en el interior del castillo.
Paseando por la calle principal, deteneos a admirar la fuente de la Venus Ciprea, que data del siglo XV y a la que llaman Quattru Cannola (Cuatro caños) en el pueblo. Originalmente decoraba el jardín renacentista de la familia Ventimiglia, y se encuentra en Via Umberto I desde 1614. A dos minutos siguiendo por la misma calle está la iglesia Matrice Vecchia, dedicada a SS Maria Assunta y construida en 1362 por los mismos Ventimiglias que habían adquirido el castillo. La cripta alberga frescos medievales y renacentistas. La Matrice Nuova, dedicada a la Natividad de la Santísima Virgen María, data del siglo XVII. Pero Castelbuono tiene más de 20 iglesias por descubrir, una tras otra.
Tampoco hay que perderse la naturaleza que rodea a Castelbuono
El Parque Madonie os ofrece oportunidades para sumergirse en la naturaleza a un paso del pueblo, con actividades que van desde paseos a caballo hasta rutas de senderismo. Uno de los itinerarios más bellos es el que llega hasta los árboles centenarios del llano Sempria.
Siguiendo el camino del Monte Ferro, se llega a Piano Pomo, donde también se encuentran acebos gigantes de 15 metros de altura. Una ruta muy fascinante es la que llega hasta el río Pollina y la Gole di Tiberio (Garganta de Tiberio), altas y escarpadas paredes esculpidas por el agua a lo largo de los siglos.
El maná y todas las delicias de Castelbuono
Otro verdadero tesoro de Castelbuono es el maná, una savia que se extrae de los fresnos de Madonie. Es un Presidium Slow Food y hay muy pocos cultivadores que lo extraigan de los árboles de aquí, en los valles de Madonie. Se utiliza en lugar del azúcar en la cocina o como glaseado para decorar pasteles, pero también es usado para productos de belleza.
En la mesa, Castelbuono tiene mucho más que ofrecer que su maná. Probad el queso cacio all'argentiera, las albóndigas al hinojo y la testa di turco, un pastel de hojaldre y crema que se prepara tradicionalmente en Carnaval pero que se puede encontrar todo el año y se sirve con vino marsala o licor de higo chumbo.
Es hora de dar un respiro al estrés y a la agobiante rutina, Castelbuono nos invita a disfrutar de la vida auténtica, hecha de cosas que no tienen precio y que solo se pueden admirar cuando se apaga el ordenador.