Vulcano, la isla de las Eolias donde podrás relajarte en un spa al aire libre
Si quieres hacer las paces con la naturaleza, desintoxicarte del estrés y de los hábitos sedentarios, Vulcano es tu destino. Llena de elementos vitales y primordiales, pero sobre todo saludables, su incontenible temperamento volcánico y su espectacular paisaje no domesticado por el hombre te ayudarán a relajarte y a recuperar el equilibrio perdido.
Acogedora y de tamaño ideal
Vulcano es la más cercana a la costa de las 7 islas del archipiélago de las Eolias, Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, y está a menos de un kilómetro de Lipari. En este trozo de tierra siciliana, bajo la benévola mirada del antiguo Volcán Dormido, podrás disfrutar de los beneficios de sus aguas termales y sulfurosas, así como de un paisaje marino virgen, para unas vacaciones alejadas del turismo de masas.
La isla es realmente a escala humana y se puede recorrer a lo largo y ancho en scooter o bicicleta.
Un beneficioso vigor volcánico
Según la mitología griega, Vulcano, también conocido como "cabeza caliente", albergaba las fraguas de Hefesto, dios del fuego y herrero del Olimpo, que tenía a su servicio nada menos que a los cíclopes. Y aunque la última erupción en la isla, compuesta por 4 cráteres originales, se registró hacia 1890, el antiguo volcán sigue manifestando su vigor a través de las fumarolas, los chorros de vapor presentes tanto en la cresta como en el fondo marino, y la presencia de lodos sulfurosos apreciados por sus propiedades terapéuticas.
A pesar del intenso olor a azufre, si pasas por Vulcano, no puedes perderte la emocionante experiencia de sumergirte en el lago de lodo termal caliente, una piscina natural de mota volcánica con diversas propiedades curativas, accesible desde los años 60, cuando se eliminó la costra superficial que cubría la piscina, sin alterar el hábitat natural. Los beneficios de este spa al aire libre son notables: alivia la inflamación y el dolor, cura la piel y es una panacea para el sistema respiratorio.
Caminata con vistas impresionantes en la cima del volcán
El estanque de lodo es una experiencia que puede preceder a un baño en las aguas cristalinas de la isla, o ser la última parada, el merecido refresco después de una desafiante caminata hasta el Gran Cráter de Vulcano, también conocido como la "Fosa de Vulcano", a 391 metros sobre el nivel del mar. Se trata de un itinerario algo extenuante de casi 7 kilómetros, pero apto para todo el mundo. La única advertencia es emprender la caminata durante las horas más frescas del día: se tarda unas 3 horas, ida y vuelta, pero desde la cima la vista de 360 grados del archipiélago te dejará sin aliento.
Parque Jurásico en piedra de lava
Partiendo de Porto Levante, en la parte norte de la isla, se puede llegar por una carretera asfaltada a la península de Vulcanello: uno de los tres núcleos de erupción originales de Vulcano, cuya actividad ha configurado un paisaje surrealista llamado por los lugareños el "Valle de los Monstruos". Aquí, sobre una alfombra de fina arena negra, la naturaleza ha esculpido un grotesco Parque Jurásico de roca de lava. Si dejas volar tu imaginación, empezarás a vislumbrar extrañas figuras de monstruos prehistóricos rampantes, bestias agazapadas y amenazantes en estas esculturas erosionadas por el agua y el viento.
Playas negras con mil reflejos y piscinas naturales
Después de enfrentarse a monstruosos valles y cicatrices volcánicas, lo mejor es regalarse un poco de relax junto al mar. Las costas de Vulcano son famosas por sus playas y fondos marinos oscuros, donde la piedra de lava juega con los reflejos del sol a través del filtro del agua, proporcionando efectos sorprendentes, especialmente al atardecer.
Sucede, por ejemplo, en Sabbie nere, en la bahía de Ponente, quizá la playa más famosa de Vulcano. Desde aquí, también se puede alquilar un barco y visitar la encantadora cueva de Cavallo. Incluso a la Piscina di Venere, no muy lejos, solo se puede llegar por mar, pero merece la pena el esfuerzo: también conocida como Bagno delle Vergini, es una inmensa piscina natural de toba y basalto con aguas turquesas.
Relax y vida nocturna: todo en una sola playa
Si, por el contrario, quieres mimarte entre las burbujas del agua templada por los vapores sulfurosos, regálate una parada en la playa delle Fumarole, protegida por un muro de rocas y matorrales mediterráneos, dentro de la bahía de Ponente.
Fácilmente accesible en taxi-boat o tomando un camino de bajada desde la carretera principal, la cala del Asino, íntima y apartada durante el día, se convierte en un destino de moda por la noche: aquí, de hecho, una plataforma equipada acoge un romántico club donde se pueden pasar veladas inolvidables entre música y cócteles, el mar y el cielo estrellado.