Resumen
La Fontana dei Libri no es ni la fuente más ilustre ni la más grande de Roma. No es obra de un arquitecto de gran fama y tampoco es antigua, al menos para los estándares de la Ciudad Eterna. Sin embargo, es muy querida por los habitantes del barrio de Sant'Eustachio y quienes se acercan al palacio de la Sapienza no pueden evitar fotografiarla. Inusual, simpática, sin duda representativa del espíritu del barrio, fue realizada en 1927 por encargo municipal y según un proyecto de Pietro Lombardi en Via degli Staderari, a dos pasos del cruce con Corso del Rinascimento. Cuatro libros, dos a cada lado, aluden a la vocación universitaria del palacio de la Sapienza, donde, en la época de la colocación de la fuente, todavía tenía su sede la universidad del mismo nombre; de los caños colocados en los libros brota el agua, símbolo del fluir del conocimiento. En la parte superior, las esferas recuerdan el escudo de armas de la familia de los Médici, dinastía a la que esta zona debe mucho, ya que fueron los fundadores del cercano palacio Madama. La cabeza de ciervo que se encuentra entre los dos estantes de la fuente es, por su parte, el símbolo del barrio y de san Eustaquio, que se convirtió durante una partida de caza al ver la cruz de Cristo entre los cuernos de un ciervo. El nombre de san Eustaquio está grabado en vertical, mientras que en horizontal se observa una letra R y el número romano IV, al que parece difícil dar un significado. En realidad, es el resultado de un simple error cometido por la administración pública: se quería indicar el número oficial del «rione» (barrio), que no es el cuarto de la capital, sino el octavo.
