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Arte y cultura
El tramo de montaña del Po

Parque de Monviso: siguiendo el curso del río Po en Cuneo

Tipología
ruta a pie
Duración
5 días
Número de etapas
5
Dificultad
Medio

7000 hectáreas de extensión a una altura que oscila entre los 250 y los 3841 metros sobre el nivel del mar. Esta es la zona del parque de Monviso, poblada de coníferas y abedules y atravesada por el río Po. El viaje que proponemos pretende descubrir el tramo montañoso del Gran Río, incluido en el territorio de Cuneo. Un itinerario encantador y lleno de paisajes diversos que quedarán grabados en tus ojos y en tu corazón.

Día 1

Monviso, en el nacimiento del Po

Monviso, en el nacimiento del Po

El viaje comienza en el pueblo de montaña de Crissolo, en la localidad de Pian del Re. A bordo de la lanzadera que sirve a la zona, dirígete a la fuente del Po, remontando el Monviso, que se impone majestuoso desde sus 3841 metros de altura. Después de una breve parada en el histórico refugio Quintino Sella, con sus características ventanas rojas, toma un camino de tierra y llano hasta encontrar entre las rocas el nacimiento del Gran Río. Encontrarlo no será difícil: incluso está señalizada con un cartel que dice «Aquí nace el Po».

Desde este punto parte el panorámico Giro dei Laghi: desde Fiorenza hasta el Nona, pasando por el Superiore, el Lausetto y el Chiaretto. Al final del paseo en plena naturaleza verde, regresa a Crissolo y disfruta de una cena con especialidades locales de Cuneo en una de las muchas posadas de la zona. Elige entre la polenta curtida con mantequilla y queso, la trucha del Po, platos a base de setas porcini, los postres con castañas y las pastas de meliga, galletas hechas con harina de maíz.

Día 2

Crissolo, tras las huellas de San Chiaffredo

Crissolo, tras las huellas de San Chiaffredo

Comienza con un paseo por el pueblo de Crissolo, atravesado por el río Po, que siempre acompañará tu camino. Te recomendamos visitar el santuario de San Chiaffredo, uno de los lugares de culto más importantes de la zona, situado en una pequeña colina a las afueras de la ciudad. No pierdas la oportunidad de hacer también una excursión a la magnífica cueva de Río Martino, aprovechando una visita guiada y prestando especial atención a los murciélagos.

Día 3

Balma Boves, un pueblo suspendido en el tiempo

Balma Boves, un pueblo suspendido en el tiempo

Siguiendo el curso del río Po, llega hasta Paesana y recorre un tramo muy pintoresco entre los pueblos de Bollano, Robella y Sanfront, hasta desviarte hacia las laderas del monte Bracco, para descubrir un lugar maravilloso: Balma Boves. Habitado hasta la década de 1950 y abandonado después, el pueblo de piedra se eleva 650 metros sobre el nivel del mar al abrigo de una especie de gran cueva natural. Hoy en día, la zona se ha transformado en un ecomuseo: el horno, los establos, las fuentes y los secaderos de castañas dan testimonio de la capacidad del ser humano para hacer frente a las dificultades de una montaña inclemente, con la que, sin embargo, consiguió entrar en armonía.

Día 4

Saluzzo, capital del Marquesado

Saluzzo, capital del Marquesado

El curso del Po se ralentiza, se convierte en un gran río de llanura y te conduce, entre molinos, canales y esclusas, hasta el lugar de nacimiento de Silvio Pellico: Saluzzo, antigua capital del Marquesado. Visita el corazón religioso de la ciudad, la catedral de estilo gótico-piamontés y, desde aquí, continúa hasta el castillo, pasando por elegantes palacios, iglesias y museos, callejones estrechos y «porti scur», los pórticos bajos del mercado.

Saborea de nuevo las bondades del territorio con aperitivos tradicionales, ternera piamontesa, quesos alpinos, ravioles del valle de Varaita, tajarin y, por supuesto, una copa de Pelaverga u otro vino DOC de las colinas de Saluzzo.

Día 5

Casalgrasso, la confluencia del Varaita

Casalgrasso, la confluencia del Varaita

Concluimos nuestro viaje en el parque de Monviso, en Casalgrasso, zona en la que el Gran Río se une con el Varaita, el segundo afluente más grande después del Pellice. En sus aguas, amplias y navegables, se refleja el Monviso, ya distante. El paisaje, boscoso hace años, está hoy poblado de huertos, álamos, prados y campos de cultivo, y se ha convertido en una Reserva Natural Especial. Déjate fascinar por los colores de una naturaleza virgen y abastécete de las maravillas naturales que te rodean antes de volver a tu día a día.

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