De Goro a Comacchio: bicicleta «off road»

El punto de partida es la Sacca di Goro, una de las lagunas salobres más grandes del Alto Adriático, donde se pueden observar las peculiaridades ecológicas de un ecosistema en el que conviven, en delicado equilibrio, importantes comunidades vegetales y animales.

Pero eso no es todo: si te apeas un momento de la bicicleta, puedes dar un paseo en motonave para descubrir el delta del Po.

De vuelta en la bici, la segunda etapa es en la reserva natural del Bosque de Mesola.

El área representa lo que queda de un vasto bosque termófilo, uno de los últimos y mejor conservados restos de bosque de llanura, recuerdo de los antiguos bosques que se encontraban hasta hace unos siglos a lo largo de la costa adriática.

Donde no es raro ver ciervos y gamos.

La abadía de Pomposa es el próximo destino. Data del siglo IX y es una piedra angular de la historia artística de la Edad Media en el Po. Originalmente rodeada por las aguas del Po y del mar, hoy es un tesoro de frescos de la escuela de Giotto y de suelos de mosaicos.

Precisamente aquí, además, el monje benedictino Guido de Arezzo creó la notación musical moderna al dar nombre a las notas. En resumen, nos encontramos en el lugar donde se concibió la escritura musical tal y como la conocemos hoy en día.

Al proseguir el camino hacia Comacchio, no puedes dejar de detenerte en el oasis de Canneviè, un verdadero paraíso para los naturalistas y observadores de aves, gracias a los numerosos puntos de observación disponibles para descubrir y admirar las especies de aves autóctonas.

Sigue la desembocadura del Po de Volano: aquí un sendero ciclable se adentra en el Scannone di Volano, una lengua de tierra de un par de kilómetros de largo, cubierta de pinos marítimos y encinas arbustivas en la que disfrutar de una panorámica única del litoral.

Todavía no habrá llegado el momento de sentir el cansancio aunque la meta esté cerca, pero no por ello tienes que dejar de hacer una merecida parada a lo largo de la Strada dei Vini e dei Sapori de Ferrara si quieres probar alguna de las recetas que han pasado a formar parte del patrimonio culinario italiano.

Si recorres con la mirada la alternancia de campos cultivados, arrozales y cursos de agua, valles salobres y palacios de la época de los Este, fácilmente encontrarás empresas vitivinícolas y agrícolas, así como tabernas, restaurantes y tiendas que ofrecen las especialidades enogastronómicas del territorio, preparadas con ingredientes de alta calidad de km 0.

«Cappellacci» de calabaza, pastel de Ferrara y mil y una preparaciones a base de anguila son solo algunos ejemplos: ¡recarga tus energías porque pronto volverás a montarte en la bicicleta!

Esta ruta de bicicleta «off-road» está a punto de llegar a su fin: ¡Comacchio y sus maravillas se acercan!

Aquí tienes algunos consejos para respirar la atmósfera de la que se denomina pequeña Venecia:

• Una visita a la Manifattura dei Marinati, sitio cultural y enogastronómico, así como centro de visita del parque del delta del Po. Se puede asistir a todo el ciclo de elaboración de anchoas, pejerreyes y anguilas, icono culinario de Comacchio.
• Una caminata hasta el inconfundible puente Trepponti, el cual, con sus imponentes escaleras, representa uno de los símbolos indiscutibles de la ciudad.
• Una visita a la Salina di Comacchio, área protegida del parque del delta del Po especialmente delicada. La actividad productiva cesó hace 30 años y el entorno se ha convertido en un ecosistema poblado por numerosas especies de aves, algunas incluso nidificantes y bastante singulares.

Prepara las piernas y la cámara: ¡la ruta de Goro a Comacchio te espera!