Cagliari, entre el mar y la cultura
Partimos de Cagliari, capital de la región, dejando a popa la basílica de Bonaria, un complejo religioso de estilo gótico catalán, caracterizado por una imponente escalinata. Esta ciudad histórica, que se asoma a la larguísima playa del Poetto, te seducirá mientras observas el vuelo de los flamencos rosados, las diferentes panorámicas y los testimonios de las antiguas comunidades nurágicas, conservadas en el museo arqueológico.
Villasimius y sus espléndidas playas
Pon rumbo cien grados y navega hacia el cabo Carbonara. Dirígete a la rada de Geremeas, dejando a la izquierda la Sella del Diavolo (silla del diablo). A unas 16 millas de Cagliari, se encuentra Villasimius, un excelente puerto que ofrece la posibilidad de visitar una amplia variedad de playas y encantadoras calas, como Porto Giunco, Compulongu, Spiaggia del Riso, Punta Molentis, Campus y Porto Sa Ruxi. Dependiendo del viento, puedes elegir la que más te convenga. En la costa se encuentra la torre española de Porto Giunco y la Fortezza Vecchia. Dobla el cabo Carbonara y asciende hacia el norte para descubrir la Ruta de los Gigantes, la zona más antigua de la costa oriental de Cerdeña.
Foxi Manna, las playas más bellas de Ogliastra
Continúa hacia Costa Rei y toma como referencia el cabo Ferrato. Puedes permanecer en cala Sinzias o en cala Pira, para dirigirte después a tierra firme y visitar el nuraga de Sinzias, situado en una colina desde donde podrás admirar unas impresionantes vistas. Estás en el territorio de Castiadas, una importante zona agrícola y arqueológica.
Vuelve a bordo y dirígete, en dirección noreste, a Villaputzu, hasta Porto Corallo. A tu izquierda aparece el islote de Quirra, entre el cabo Lorenzo y punta Marras, donde también se encuentra el polígono militar.
Después de 16 millas de navegación, acércate a Foxi Manna, en Tertenia, una de las playas más sugerentes de Ogliastra, el alma de Cerdeña. Arena blanca, mar cristalino, rocas rojas y los nuragas de Aleri y Foxi Manna. ¡Imposible no entusiasmarse!
Tortolì, magnífica puerta de Ogliastra
Tras volver al barco, dobla el cabo Bellavista y entra en el golfo de Ogliastra, en cuyo centro se encuentra la isla del mismo nombre, de color rojo, completamente cubierta de plantas de nopal. A tu izquierda, una montaña encantada: el Supramonte de Baunei. Y llegamos a Tortolì, dentro del golfo, antigua capital de la provincia de Ogliastra junto con Lanusei, con sus torres de vigilancia y los nuragas.
Desde el golfo de Ogliastra tienes a tu disposición dos puertos deportivos: al sur, el pequeño puerto comercial, industrial y de recreo de Arbatax; cinco millas más adelante, la Marina di Baunei, en Santa Maria Navarrese. Visita la laguna de Tortolì, la necrópolis de Monte Terli y el parque arqueológico de San Salvatore.
La costa oriental con sus calas
Dirígete a cala Gonone: recorre este tramo de costa con lentitud para disfrutar a fondo de cada milla. Irás divisando, en este orden, Pedra Longa, el cabo Monte Santo, cala Goloritzè, cala Sisine. Te encantará la cala Luna, con su arena blanca, enmarcada por un exuberante maquis mediterráneo, que se desliza directamente hacia el mar, sus cuevas y un cañón con un pequeño lago: ¡un verdadero paraíso! Más tarde verás la cueva del Bue Marino, donde varias veces aparece la foca monje, y la del Miracolo, las piscinas de Venere y las calas de Mariolu y Briola.
Gennargentu, en el techo de Cerdeña
Apenas tres millas más de navegación y llegarás a cala Gonone. Desde este punto puedes iniciar una excursión por el interior: no te pierdas el pueblo nurágico de Tiscali, el fiordo de Gologone, Oliena y Orgosolo.
Haz acopio de vino «nepente», aceite de oliva virgen extra de Nera di Oliena, quesos de oveja y cabra y embutidos de Ogliastra. Admira el gigante de Gennargentu, las tumbas prehistóricas y los olivos centenarios, que salpican una campiña plagada de bellezas.
Siniscola, entre cerámicas y cítricos
Acércate a Siniscola, un animado pueblo donde podrás comprar cerámica y degustar el cítrico Sa Pompia: solo lo encontrarás aquí, al natural y en forma de gelatina o mermelada.
Molara, isla deshabitada
Si navegas alrededor de la roca de Pedrami, en el horizonte aparece la imponente isla de Tavolara, una pirámide de granito de 4 millas de largo, que alberga una base de la OTAN. Antes, sin embargo, te proponemos una parada en tierra en Budoni, en la acogedora playa de Sant'Anna. Cuatro millas más y llegarás al pequeño puerto de San Teodoro, para luego dirigirte hacia el este y dejar a estribor Molara, una fascinante isla deshabitada, conocida por sus manantiales.
El golfo de Olbia
Dirígete al oeste desde Tavolara y, después de unas 3 millas, desembarca en Porto San Paolo, para luego retomar el mar hacia Olbia, donde vale la pena detenerse para hacer una parada. En Olbia es todo un placer pasear por su paseo marítimo adornado de palmeras. Visita la basílica medieval de San Simplicio y sube a la colina del nuraga de Riu Mulinu. Saborea mejillones y ostras, todo ello acompañado de un fresco «vermentino» de Gallura.
Costa Esmeralda, el destino final
Golfo Aranci es la puerta de entrada a la Costa Esmeralda. Elige entre la marina de Porto Rotondo y la de Portisco. 7 millas de navegación y llegarás al famoso Porto Cervo, el destino final de tu maravilloso viaje.