Vida silvestre en la isla de Cerdeña
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Nos ha sorprendido la increíble variedad de vida salvaje que se puede encontrar en los diferentes escenarios que Cerdeña ofrece a los visitantes. Tal vez aventurándose a caballo entre lagunas y playas, donde no es nada raro admirar el vuelo de los flamencos rosados, o sumergirse en las aguas cristalinas donde viven maravillosas colonias de corales rojos. O pasear en la playa de uno de los desiertos más grandes de Europa (Piscinas), donde al amanecer puedes tener la suerte de encontrarte con un ejemplar de ciervo sardo que se acerca a la orilla del mar. En fin, ya sean animales terrestres, acuáticos o aéreos, Cerdeña ofrece una gran variedad de opciones para observar de cerca criaturas hermosas, libres, cada una en su propio hábitat natural.
Elegancia en rosa
Un pinar perfumado, inmerso en el silencio se asoma a la playa de Arborea, de arena blanca y aguas cristalinas y transparentes. Estamos en el Golfo de Oristano, destino, al igual que muchos viajeros, de colonias enteras de flamencos rosa que, durante el periodo de migración, se alimentan y descansan en las lagunas de este territorio.
El ciervo sardo, toda una rareza
Amplias playas, calas rocosas, fondos marinos blancos y arena dorada serpentean a lo largo de los 50 km de la Costa Verde, cuya perla es Piscinas, una prolongación del desierto de dunas que llega hasta las aguas del mar. Al amanecer, entre lirios de mar y amapolas que tiñen de color rojo el paisaje, podrás disfrutar de la vista incomparable del ciervo sardo acercándose al mar…
Los señores del cielo
En los bordes orientales del Iglesiente, una subregión situada en el suroeste de la isla, el paisaje alpino destaca por sus profundas gargantas y paredes rocosas abruptas, sobre granitos de hace 300 millones de años: aquí se alza el macizo del Monte Linas, rodeado de bosques de encinas y sobre cuyas cumbres vuelan águilas reales, halcones peregrinos, abubillas y arrendajos. Un destino imperdible para quienes quieran descubrir una Cerdeña impresionante.
Rojo coral
Puerta occidental de Cerdeña, la ciudad de Alghero es también uno de sus lugares más apreciados, donde pasear por los baluartes del puerto, con sus tejados rojos rozando el cielo. En la magnífica ensenada natural que se asoma al mar, el litoral se extiende a lo largo de unos 90 kilómetros, conocidos como la Riviera del Coral: aquí vive la mayor colonia de coral de la mejor calidad.
Gamos, caballos y burros
En el parque regional de Porto Conte que, incluyendo la zona marina de Capo Caccia, se extiende por cinco mil hectáreas en el territorio de Alghero, la costa se tiñe de los colores del típico matorral mediterráneo, entre acantilados sobre el mar y plantas raras que valientemente se aferran a las rocas. Siguiendo los distintos caminos, se llega a "Le Prigionette", un bosque en el que se pueden avistar animales, como gamos, burros y donde habitan los famosos Caballos de Giara, los últimos caballos salvajes de Europa.