Resumen
Los orígenes de Belvedere son inciertos, aunque probablemente ya estaba habitado en la Edad del Bronce (siglo X‑IX a. C.), como lo demuestra el descubrimiento, en 1886, de un hacha de bronce de época prehistórica a lo largo del río Soleo, en Oracchio.
El castillo también se nombra en la Tassatio Angioina de 1276 con el nombre de «Bellumvedere», mientras que una curiosidad del pueblo es que durante la dominación angevina estaba rodeado por murallas con dos puertas: la «Porta di Mare», que conducía al mar y funcionaba como puesto avanzado para avistar los peligros procedentes del agua y la «Porta degli Orti», que conducía hacia el campo y los terrenos feudales. Luego, los aragoneses crearon otras dos puertas: la «Porta della Piazza», para llegar a los antiguos talleres artesanales, y la «Porta del Fosso», que conducía a la casa del príncipe.
Hoy se presenta como un pueblo medieval situado en un pintoresco paisaje que, por un lado, da al mar Tirreno y, por otro, tiene tras de sí las cumbres del parque nacional del Pollino.
Esto es lo que merece la pena visitar: el Convento de los Padres Capuchinos (1500), en el que se conserva desde hace más de 300 años un matraz con las reliquias de san Valentín y, por ello, Belvedere se define como la «Ciudad del Amor»; la iglesia matriz de Santa Maria del Popolo (siglo XVI), en la que hay un quiosco de mármol blanco alabastrino con un grupo de mármol de la Madonna del Popolo con el Niño de la escuela napolitana (siglo XV) y un púlpito de madera de nogal (1742); y la iglesia del Crucifijo, con una escultura de madera del siglo XVII de Cristo en la cruz, declarada monumento nacional por su valor artístico.
Piazza Castel Rugiero, 87021 Belvedere marittimo CS, Italia
