Tonnara di palmi
La Tonnara di Palmi, la perla de Calabria
Una playa sumamente blanca con vistas a una piscina natural de agua salada de color azul claro, envuelta, como en un abrazo, por un conjunto de afloramientos rocosos.: la playa de la Tonnara di Palmi (Almadraba de Palmi), que debe su nombre a la antigua almadraba que desde aquí se alzaba en el siglo XX, es una de las más bellas de Calabria.
Un anfiteatro marino
La playa está protegida, a sus espaldas, por la mole del monte Sant'Elia, una rama costera del macizo del Aspromonte, llamado “el balcón sobre el Tirreno”, con su forma de león agazapado.
Limita al sur con una serie de islotes, el más importante de los cuales es el famoso Scoglio dell’Ulivo (Roca del Olivo), símbolo de toda la costa, y al norte por el pequeño puerto donde los pescadores locales venden su mercancía recién capturada.
La antigua Tonnara di Palmi tiene vistas a un tramo del Bajo Tirreno, famoso por sus fondos marinos. De arena o de pequeños guijarros, las mareas determinan la consistencia de este arenal con vistas a las Islas Eolias y Sicilia y casi 2 kilómetros de extensión, cuyo fascinante color claro viene dado por un grano que mezcla grava y arena.
El mar púrpura que hechizó a Platón
La playa de la Tonnara es uno de los principales atractivos de Palmi, una localidad poblada desde la época de la Magna Grecia, una ciudad de mar y playas, de arte y cultura, además de constituir el animado centro de la Costa Viola, una de las costas más bellas de toda Calabria.
Es aquí donde Italia parece tocar a Sicilia y el verde de las montañas desciende hasta el azul del mar.
La magia del color púrpura que caracteriza la costa parece deberse al juego de luces y reflejos de las montañas filtrado por las partículas sulfurosas emitidas por el volcán Stromboli.
Se dice que la Costa Viola debe su nombre a Platón, el filósofo griego que la describió en estos términos: “Todo se tiñe de las diferentes tonalidades del color violeta, creando una visión siempre cambiante cada noche con sus espectaculares reflejos”.
Su Majestad el olivo
Volviendo a la Tonnara di Palmi, el Scoglio dell'Ulivo es conocido por la planta que se encuentra en el afloramiento rocoso frente a la playa y a la que se puede llegar nadando. Por aquí lo llaman A Luvareddhra, algo así como “la olivarella”, en el dialecto local. Según los botánicos, el árbol tiene más de 400 años y habría crecido allí de manera espontánea. Ahora es un esqueleto, curvado y petrificado por la sal, la lluvia y el viento, una escultura que la naturaleza y el tiempo han moldeado y suavizado con el tiempo.
Entre la playa y las cuevas
La Tonnara di Pami ofrece diferentes posibilidades de ocio a los turistas que llegan aquí: alberga tanto playas equipadas como playas libres, donde tomar el sol y disfrutar de la relajación adecuada. El mar que la baña, turquesa y transparente, es un reclamo irresistible para buceadores y aficionados al esnórquel y, como guinda, Palmi alberga un centro de buceo con gran equipamiento.
Merece la pena descubrir la costa circundante, acaso con un paseo en barco, en busca de las muchas cuevas marinas ocultas entre playas y ensenadas, a destacar, la cueva de las Sirenas, la cueva del Arcudace y la cueva Perciata, entre las rocas del litoral.
Descubriendo el interior
Los alrededores de Palmi también ofrecen una rica variedad de excursiones, rutas de senderismo o circuitos para vehículos de dos ruedas, que permiten subir en altura y cambiar de aires y perspectiva. Mientras que las diversas rutas ciclistas, en su mayoría, solo son aptas para ciclistas entrenados, los paseos y senderos son en su mayoría para todo el mundo.
Una excursión que no debes perderte es la del Tracciolino, un sendero pintoresco que conecta Palmi con Bagnara Calabra, uno de los recorridos de senderismo más impresionantes de toda la región. Suspendido entre el Tirreno y la cola montañosa del Parque Nacional del Aspromonte, entre el cielo y el mar, el sendero del Tracciolino es una sorprendente sucesión de promontorios rocosos entre los colores y los aromas del matorral mediterráneo, con vistas a las magníficas vistas de la Costa Viola a trescientos metros de altura.
Una parada obligatoria para todo amante del turismo cultural es el Parque Arqueológico de Tauriani, en Taureana di Palmi, con su cripta paleocristiana y la iglesia de San Fantino, el lugar de culto más antiguo de Calabria. Alrededor del asentamiento rupestre monástico-bizantino y en las cuevas neolíticas de Tarditi se ciernen mitos, leyendas y misteriosas historias de antiguos tesoros sepultados.