10 razones para elegir en invierno el mar en la Costa de los Reyes
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El litoral que va desde Nicotera a Pizzo Calabro es encantador, con sus magníficas playas de arena blanca que se alternan con escarpados acantilados asomados a un mar cristalino, aún más mágico en invierno, cuando el silencio sólo se ve interrumpido por el sonido del viento y el ritmo de las olas.
Aquí tenéis 10 motivos para visitar la Costa degli Dei en invierno.
Un santuario rodeado de mar en Tropea
Tropea alberga el santuario de Santa Maria dell'Isola en un promontorio rodeado de agua. Hasta la forma en que se llega hasta allí es espectacular: hay una escalinata que va desde el mar hasta la iglesia, en donde encontraréis un magnífico jardín panorámico.
En los alrededores de Tropea se hallan los llamados Sentieri dei Monaci (Senderos de los monjes), donde podéis ver cuevas de antiguos eremitas.
Una zambullida en la historia en Vibo Valentia
Vibo Valentia conserva intacta su estructura medieval, que fue diseñada por el emperador Federico II, pero su historia es mucho más antigua: ¡tiene 8000 años! Podéis revivir cómo era en esa época en el museo arqueológico, ubicado en el castillo normando-suabo que domina la ciudad y se alza sobre el emplazamiento previo de la antigua acrópolis griega.
Playas, calas y grutas: Capo Vaticano y alrededores
El tramo de costa más bello es el del municipio de Ricadi: 12 kilómetros de playas, calas, grutas y bahías magníficas incluso en invierno, cuando el mar está en tempestad y con colores cambiantes. La lista es larga, pero los lugares que no debéis perderos son la bahía de Riaci y las playas de Formicoli, Grotticelle, Santa Domenica y Scalea. Capo Vaticano, por supuesto, en Ficara, Praia i Focu y Ziti.
Si el mar está en calma, podéis dar un paseo en barco para descubrir las cuevas que hay por la costa. Si os gusta bucear, no os perdáis una inmersión en Capo Vaticano, considerado por los submarinistas uno de los lugares más espectaculares de Italia.
Relajación y senderismo en Joppolo y Nicotera
La playa de Santa Maria, Baia dei Corsari, Coccorinello y Coccorino son los lugares más bellos de este sector de costa. Un sendero conduce de Joppolo al Monte Poro, llamado sendero Mare-Monti porque comienza en el mar y llega hasta un pinar a 700 metros sobre el nivel del mar. Tiene una longitud de 5 kilómetros y es apto para todos. Al final de la ruta os veréis recompensados con una vista fabulosa.
Una mágica puesta de sol invernal
Si en verano el bochorno suele deslucir las puestas del sol, en las noches despejadas de invierno son espectaculares. Subid a la cima del Monte Poro para admirar como cae en el mar el sol e ilumina el horizonte con mil tonalidades de rosa y naranja, y se destacan a lo lejos las islas Eolias.
Desde el Belvedere Grande de Vibo Valentia disfrutaréis de otra mágica puesta de sol: la vista abarca simultáneamente toda la costa desde el cabo Palinuro hasta Mesina.
Entre las callejuelas de Pizzo Calabro
El pueblo de Pizzo está construido con vistas sobre el mar, con pequeñas casas apoyadas unas contra otras y callejuelas que desembocan en pequeñas plazas llenas de luz. Es un lugar muy romántico para dar un paseo invernal. También es famoso por su trufa, un helado de avellana con corazón de chocolate blando. Podéis probarlo en una de las históricas heladerías de la plaza principal, que lo ofrecen durante todo el año.
Una pequeña iglesia excavada en la roca
A un kilómetro de Pizzo se encuentra la pequeña iglesia de Piedigrotta, excavada en la roca de toba y vinculada a una leyenda que se remonta a 1600, cuando los marineros de un velero azotado por la tormenta juraron a la Virgen de Piedigrotta dedicarle una iglesia si llegaban a tierra y se salvaban. Desembarcaron en este lugar y excavaron una capilla en la roca. A finales del siglo XIX se amplió y embelleció y hoy es una auténtica joya por descubrir.
Las pequeñas playas de Parghelia
Vistas desde arriba, las playas gemelas de Michelino, en Parghelia, están abrazadas por las rocas y la vegetación, semejando un corazón que se sumerge en el mar turquesa. Desde el pequeño promontorio rocoso del centro, un sendero conduce hasta un impresionante mirador en lo alto del acantilado.
Zambrone y Briatico, paraíso de los deportes acuáticos
Zambrone es el lugar adecuado si os gustan los deportes acuáticos, incluso en invierno. Esta zona de la Costa degli Dei es ideal para practicar piragüismo por la costa o windsurf y kitesurf. También es un lugar muy romántico para disfrutar de una puesta de sol en sus hermosas playas aterciopeladas, desde Costa dei Monaci hasta Briatico.
Un plató de cine a cielo abierto
La belleza de la Costa degli Dei tampoco ha pasado desapercibida para el cine, que la ha elegido como escenario de varios dramas televisivos y numerosas películas. Gente di Mare se rodó en Tropea, Pizzo Calabro, Scilla, Capo Vaticano y las playas de Briatico y Zambrone. Entre las callejuelas y plazas que se abren al mar de Pizzo Calabro también se rodó Tutta colpa della Fata Morgana. Tropea también fue elegida por Marvel Studios para algunas escenas de la película The Marvels.