La Scarzuola, el sueño de un gran arquitecto
La Scarzuola es un complejo arquitectónico muy original construido en el jardín de un antiguo convento franciscano del siglo XIII por uno de los arquitectos italianos más visionarios del siglo XX, Tomaso Buzzi.
Inmerso en los bosques de las colinas de Orvieto, en la localidad de Montegabbione, provincia de Terni, la Scarzuola es el reflejo del imaginario onírico y surrealista de un artista que quiso crear su "ciudad ideal" en un lugar que amaba y que compró en 1956 para vivir.
Después de restaurar el antiguo convento, Buzzi transformó lo que antes era el huerto de los frailes en "una antología de piedra", donde se funden naturaleza y arquitectura.
Una pequeña ciudad ideal rodeada de vegetación
Inspirada en una novela alegórica de Francesco Colonna de finales del siglo XV, la ciudad ideal de Buzzi es un conjunto de edificios rodeados de vegetación y caracterizados por diferentes estilos y dimensiones, un poco como un laberinto, un recorrido simbólico y un itinerario mágico. Una especie de síntesis de los recuerdos que el artista cultivaba de los proyectos que se quedaron en el tintero o que soñó, un catálogo del potencial de su propia arquitectura.
El mundo en un jardín
La Scarzuola, en palabras de Buzzi, "representa el mundo en general y en particular mi mundo, el del arte, la cultura, la mundanidad, la elegancia, los placeres y también los vicios, la riqueza, y el poder, en el que, sin embargo, he dejado espacio para los oasis de recogimiento, estudio y trabajo, música y silencio...".
“Despertar lo que duerme en nuestro interior, gracias a la arquitectura”
En el camino en espiral que atraviesa el jardín, alrededor de varios edificios, se revelan siete escenarios de otros tantos teatros, “cada uno de los cuales es una metáfora de la vida y la muerte, lo sagrado y lo profano, lo verdadero y lo falso".
En la Scarzuola, la arquitectura en medio de la vegetación permite a cada uno enfrentarse a su inconsciente a través de la visión de figuras arquetípicas, casi un viaje psicoanalítico que culmina en la Acrópolis, formada por edificios que sugieren infinitas perspectivas y puntos de vista, como la vida misma.
En el camino, encontramos la Torre de Babel, en cuyo interior serpentea la escalera del conocimiento, la Gran Madre, la Boca de Jonás (una cita del parque de Bomarzo), el Teatro Acuático de las Mariposas, el Teatro elíptico del Infinito, de lo Inconcluso y del Cuerpo Humano. Además de otros muchos elementos arquitectónicos.
Un espiritualismo de la nueva era
Precursor de un espiritualismo que hoy llamaríamos new age, Buzzi trabajó en su idea durante 20 años, reelaborando su creación constantemente. Abandonado tras su muerte en 1981, el complejo de la Scarzuola fue restaurado posteriormente según sus dibujos por un sobrino de Buzzi, Marco Solari, que ahora vive allí y acompaña las visitas al jardín, ayudando a interpretar los miles de significados de este lugar tan fascinante como enigmático.
El nombre de Scarzuola deriva de una planta de las marismas, la scarza, que se dice que San Francisco utilizó para construirse una cabaña en el lugar donde posteriormente se construyó el convento. En el ábside de la iglesia de Santa Maria della Scarzuola —que no se puede visitar, al igual que el convento— resurgió hace unos 30 años un fresco de San Francisco levantándose, considerado uno de los más antiguos de la Umbría.
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El jardín de la Scarzuola puede visitarse durante todo el año, solo con cita previa. La visita dura aproximadamente una hora y media.