Resumen
Casas de piedra y madera, suavemente enclavadas en una verde terraza a los pies de los Dolomitas de Brenta. Basta con pasear por las calles de San Lorenzo in Banale (una aldea de San Lorenzo Dorsino), uno de los pueblos más bellos de Italia, para sentir que la paz y la serenidad invaden el lugar. A 45 minutos en coche de Trento, San Lorenzo in Banale se encuentra a la entrada del Val d'Ambiez, considerado la puerta de entrada a los Dolomitas de Brenta, ideal para sumergirse en la naturaleza del Parque Adamello Brenta, caminando entre pastos alpinos y senderos de montaña. A continuación, regrese al pueblo y piérdase por los soportales y callejones de esta aldea, nacida de la fusión de siete antiguos feudos (las siete villas), cada uno con sus características peculiares, que aún hoy son visibles. Entre los lugares que se pueden visitar están la Casa del Parque C'era una volta (Érase una vez), un edificio del siglo XVIII renovado como una vivienda típica de campesinos del pasado para descubrir sus tradiciones, y la iglesia de San Rocco y San Sebastiano, del siglo XVI, en cuyas paredes se pueden admirar los frescos de los Baschenis, artistas del siglo XVI. El punto culminante de la cocina de este pueblo es la “ciuiga”, un embutido a base de carne de cerdo aromatizado con nabos cocidos y picados, hoy presidio de Slow Food. La receta se originó a finales del siglo XIX cuando un carnicero del pueblo, movido por la necesidad, recicló los restos de carne espesándolos con nabos blancos.
