Toscana: rutas de senderismo memorables

Con sus picos, que rozan los 2000 metros sobre el nivel del mar, los Apeninos toscanos presentan espectaculares excursiones de altura. Nosotros sugerimos las de los remontes del Abetone y los de Doganaccia, dos célebres estaciones de esquí para visitar tanto en invierno como en verano.

Estos pequeños pedazos de paraíso, ubicados en el corazón de las montañas de Pistoia, se caracterizan por una gran oferta natural de arroyos, lagos glaciares y bosques de coníferas. A través de una densa red de senderos, se puede caminar hasta el Lago Nero, una verdadera joya enclavada entre el Monte Gomito y el Alpe delle Tre Potenze, o hasta el grupo montañoso Libro Aperto, a unos 2000 metros de altura.

Llamada así por su parecido con las montañas suizas, la Pesciatina Suiza es una porción de la región de Valleriana donde la naturaleza y la historia se mezclan en una larga y emocionante caminata. Atravesando el anillo del Monte Battifolle y sus densos bosques, se puede vislumbrar los históricos castella pesciatine, pueblos antaño habitados de los que hoy solo quedan escombros cubiertos por la vegetación, y que es una visita obligada para los senderistas en la Toscana.

A continuación, es momento de relajarse en el valle, entre los tesoros termales de Montecatini, cuyas aguas se sitúan a una profundidad de 60-80 metros y salen a la superficie, ricas en sales minerales y elementos preciosos. Los magníficos Palacios de estilo Liberty y neogótico hacen que este lugar sea patrimonio de la UNESCO.

La red de senderos del Mugello es apta para todos los públicos. Recomendamos dar un paseo por el lago de Bilancino, cerca de Barberino di Mugello, o seguir la ruta de Sieve, con sus 20 kilómetros de longitud, casi totalmente plana. Una de las mejores maneras de descubrir Mugello es deambulando sin un destino preciso, así que déjate llevar.

El Casentino ofrece rutas que también se pueden hacer en varios días: tu sed de aventura quedará totalmente satisfecha. Los que de verdad merecen la pena, son los antiguos bosques de hayas de la reserva del Sasso Fratino, también declarada patrimonio de la UNESCO.

El panorama desde la cumbre del cercano Pratomagno, el macizo que divide el Casentino del Valdarno, es impresionante.

Por último, el bosque de Vallombrosa, guardián de uno de los gigantes de la tierra: el abeto de Douglas, el árbol más alto de Italia con 62 metros.

Detrás del litoral, con sus crestas escarpadas y sus rasgos dolomíticos, se alza la cadena montañosa de los Alpes Apuanos. Este es el escenario perfecto para practicar senderismo de montaña, una caminata dinámica con el uso de bastones especiales. Las rutas tienen distintos niveles de dificultad. Elige el nivel que más te convenga.

Al descender, la Maremma ofrece rutas de senderismo en el macizo mediterráneo, entre altos acantilados y caminos de playa.

Una parada obligatoria en la isla de Elba, cuya travesía toca la cumbre del monte Capanne.

Desde el Chianti hasta Creta, pasando por Valdelsa y Val d'Orcia, las colinas de Siena combinan senderismo entre robledales y pueblos antiguos con la reconocida gastronomía local.

Para concluir nuestro recorrido, recomendamos una ruta de 30 kilómetros alrededor del cono del Monte Amiata, un antiguo grupo montañoso de origen volcánico.