Resumen
Villa Peyron, la ventana más bonita de Florencia
Situada en la colina de Fiesole, la Villa Peyron al Bosco di Fonte Lucente, con su magnífico jardín de estilo italiano, el parque, los bosques y las colinas de olivos, constituye un complejo de rara belleza y perfecta armonía.
Desde el jardín de la villa se puede disfrutar de unas espectaculares vistas de la ciudad de Florencia, por lo que es uno de los lugares más fascinantes para comenzar a sumergirse en las maravillas de la cuna del Renacimiento.
La pasión de toda una vida
La villa fue comprada a principios del siglo XX por un empresario piamontés, Angelo Peyron, junto con el manantial natural del siglo XVI de Fonte Lucente, necesario para garantizar el riego del jardín y de los campos de cultivo.
La arquitectura actual de los espectaculares jardines, que descienden vertiginosamente hacia Florencia, es obra de Paolo Peyron, el hijo, que heredó la propiedad a una edad muy temprana en 1932 debido a la muerte prematura de su padre, y a la que dedicó toda su vida, modificándola y enriqueciéndola año tras año con gran sensibilidad.
Devastado durante la Segunda Guerra Mundial, cuando la villa fue requisada por el comando alemán y, más tarde, por los aliados, que establecieron en ella un hospital militar, el jardín fue reconstruido en las décadas siguientes con gran paciencia y esmero.
Un claro en el bosque liberó la vista de Florencia
Sin la ayuda de arquitectos paisajistas ni de expertos, Paolo Peyron se dejó guiar por su propio gusto en la remodelación del pequeño jardín, que rodeaba originalmente la villa y el bosque que obstaculizaba las vistas de la ciudad. Por lo tanto, le pareció natural pensar en abrir un “claro en el bosque”, como él mismo dijo, para liberar las vistas de Florencia.
Un jardín del siglo XX
La villa y el jardín han sido declarados por la Superintendencia del Patrimonio Arquitectónico y Monumental de Florencia como un ejemplo de un jardín del siglo XX, capaz de reinterpretar con gusto contemporáneo la tradición del jardín a la italiana.
Las esencias utilizadas son las clásicas: del boj a los cipreses que delimitan las terrazas, de los impresionantes cedros monumentales a los robles, mientras que las zonas boscosas están habitadas principalmente por melojares.
Las floraciones que se suceden cada mes son las de las glicinias, las azaleas, las hortensias y los cítricos en las macetas: en total se han catalogado 300 especies diferentes, incluidas las orquídeas silvestres, la rara aristoloquia y el jacinto de Webb.
Las fuentes alimentadas por la Fonte Lucente
En el jardín hay 29 fuentes que se alimentan del agua de la Fonte Lucente gracias a una imponente obra de canalización realizada por el padre de Peyron. El manantial está situado por encima de la villa y el agua se transfiere a través de una gran galería construida en la colina, que durante la segunda Guerra Mundial fue utilizada por los agricultores locales como refugio contra las incursiones aéreas.
La fuente más singular está situada en el parterre de la Capilla, donde el agua mana de un león situado en la parte superior de una columna.
Debajo de la llamada Plaza de la Música por la presencia de estatuas que representan a la Música y la Danza, hay un lago artificial, que actúa como reserva de agua para la zona más estrictamente agrícola.
El amor por el coleccionismo
Los cuidados que Paolo Peyron dedicó a su jardín no fueron menos que los que dedicó a la villa, que era el cofre precioso de sus colecciones de antigüedades y de objetos de arte.
Después del saqueo sufrido durante la guerra, Peyron se dedicó a la recuperación de los muebles y de los objetos perdidos. En la actualidad, la villa, administrada por la Fondazione Parchi Monumentali Bardini e Peyron, es un pequeño museo del modo de vida del siglo XX. Algunas habitaciones situadas bajo la gran terraza se dedican a eventos artísticos y convenciones.
Para obtener más información
La villa y sus jardines solo se pueden visitar previa reserva y para grupos de, como mínimo, 15 personas.
50014 Fiesole FI, Italia
