En Florencia, la Rosaleda
Si estás en Florencia, visita la Rosaleda, el rincón verde bajo el Piazzale Michelangelo.
Cuenta la leyenda que en la época del nacimiento del Gran Ducado de Toscana, quien decía las 3 palabras clave "bajo la rosa" quería decir que conocía un gran secreto.
Y tan viejo es el dicho como el tema a saber, las rosas. De hecho, parece que los primeros ejemplares remontan a unos 35 millones de años.
Si pudiera, lo confirmaría el arquitecto Giuseppe Poggi, que en 1865 realizó el maravilloso Giardino della Rosa y el contiguo Piazzale Michelangelo por encargo del Municipio de Florencia, cuando la ciudad estaba por convertirse en la capital de Italia, después de Turín.
El Jardín de Rosas cubre aproximadamente una hectárea de terreno en terrazas desde el que se puede disfrutar de una increíble vista panorámica de la ciudad. La mejor época para ir es de abril a junio cuando las rosas florecen. Hay más de 350 especies para admirar, así como hermosos limoneros y pequeños lagos artificiales.
Hoy en día se puede acceder a ella desde tres entradas: en la confluencia de la Via dei Bastioni con la Via del Monte alle Croci, desde el Viale Poggi, o por la escalinata que viene de la zona de abajo de San Niccolò.
Aquí Jean-Michel Folon enmarcó la ciudad
Si eres un verdadero amante de las flores o simplemente un gran romántico, la Rosaleda es uno de los lugares más mágicos de la ciudad de Florencia, especialmente desde que la viuda del artista Jean-Michel Folon decidió donar diez esculturas de bronce y dos moldes de yeso de su marido.
Entre los más impresionantes está Partir un enorme marco de bronce colocado en una de las terrazas panorámicas. Mirando a través se puede apreciar una vista inolvidable de Florencia.
Luego está Je me souviens cuyo protagonista es un caballero empeñado en leer sentado en la mitad de un banco en el que cualquiera puede sentarse y admirar la ciudad, haciéndole compañía.
También muy fascinante Envolun hombre que, con su sombrero estirado hacia arriba, parece querer emprender el vuelo hacia el cielo, y Chat un gato grande dormido entre las rosas.
Es curioso el bronce 25ème Pensée, que representa a un hombre con un jarrón en la cabeza, una referencia al arte surrealista de Magritte.
El oasis japonés, un homenaje a Kioto
Y por último: desde 1998, el jardín alberga un espacio donado por el arquitecto japonés Yasuo Kitayama. Es un auténtico oasis de Shorai, donado a Florencia por la ciudad de Kioto, con la que está hermanada desde hace casi 100 años.