Cetona

Bandera naranja del Touring Club Italiano

Inmersa en la vegetación de las laderas de la montaña del mismo nombre, en la frontera entre Umbría y Toscana, en la zona baja de la Valdichiana de Siena, la localidad de Cetona tiene orígenes muy antiguos.

Los documentan el museo municipal de Prehistoria del monte Cetona, que conserva materiales desde el Paleolítico hasta la Edad del Bronce, y el parque arqueológico-natural de Belverde, que en un contexto natural notable, incluye los yacimientos de los principales hallazgos del museo. El centro histórico, con su entramado de círculos concéntricos, está rodeado por murallas del siglo XV, con tres puertas, mientras que las casas se arremolinan en torno a la torre superviviente de la fortaleza medieval. También vale la pena visitar la Colegiata, con un fresco atribuido a Pinturicchio, la iglesia de San Michele Arcangelo, la Piazza Garibaldi y, a pocos kilómetros, al sur del centro urbano, el antiguo convento de Santa Maria a Belverde, que tiene tres iglesias superpuestas decoradas con frescos.

La campiña produce productos de alta calidad: vino, carne de raza «chianina», miel y, sobre todo, aceite, concretamente el DOP Terre di Siena, cuyo sabor se resalta en crudo en numerosos platos de la Toscana, desde las alubias hasta la «fettunta». Entre los platos típicos, destacamos el «bico», a medio camino entre la tarta «al testo» de Umbría y la «piadina romagnola», y el «pan dei santi», un postre otoñal con un sabor original.