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Enogastronomía
Piamonte

Piamonte, un extraordinario laboratorio de productos para degustar y beber.

Siéntate a la mesa y brinda por un territorio de montañas, llanuras y colinas que son Patrimonio de la Humanidad.

3 minutos

Si sabes francés, comprenderás mejor la cocina piamontesa, influenciada durante siglos por nuestros primos más allá de los Alpes y los vecinos ligures, viajeros y comerciantes.

Abre tu viaje gastronómico con los agnolotti y sus variaciones, rellenos según la zona. También debes probar los ñoquis de calabaza, las castañas y los tajarin, pequeños fideos de color amarillo intenso debido al uso de numerosas yemas de huevo. A continuación pasa a la bagna cauda, a base de anchoas, aceite y ajo, donde podrás untar verduras como los pimientos, la col o el «cardo gobbo» de Nizza Monferrato.

Es de obligada degustación una fritura mezclada con hígado, mollejas, sesos, filetes de ternera, amaretti, un bocado de estofado al Barolo o al Gattinara y otro de cocido con «Bagnet verd» (una mezcla de perejil, ajo, anchoas en sal, pan duro, vinagre y aceite de oliva virgen extra).

Mientras mordisqueas un grissino, creado aquí, prueba los quesos Toma y Castelmagno, así como el salami de asno y la salchicha de Bra. Mientras visitas la zona, disfruta de algunos platos perfumados con la Trufa Blanca de Alba, uno de los productos más preciados y caros de la gastronomía nacional.

¿Listos para una cascada de dulces? Empezamos con los gianduiotti, creados por primera vez a mediados del siglo XIX, con cacao, azúcar y avellanas del Piamonte; siguen los baci di dama; los Krumiri de Casale Monferrato, cuya forma recuerda a un par de bigotes reales, los de Vittorio Emanuele II, cuya muerte coincidió con su creación, en 1878; las lenguas de gato, nacidas en París en los años 20, el Bonet, dulce de cuchara típico de las Langhe. Y además, los cacahuetes de Chivasso, las pastas de Meliga, el «Tronchetto» de Navidad, la «focaccia» de Susay los «amaretti».

Para los vinos producidos entre los tesoros de las Langhe, Roero, Astigiano, Monferrato, Colli Novaresi y Canavese, es necesaria una enciclopedia Treccani. Te recomendamos los cuatro tintos más famosos: Barbera, Nebbiolo, Barolo, Barbaresco.

En el Monferrato, entre las colinas de la provincia de Asti

En el Monferrato, entre las colinas de la provincia de Asti

Le traemos a lo largo de un sendero de importantes vinos, como el Moscato, el Grignolino, la Barbera, la Malvasia, el Freisa y otras apetecibles tipicidades. Acompañarán también la Grissia monferrina, pan de pasta dura, hace un tiempo desgastado frotado con ajo, y la mostarda d’uva junto a platos de carne, preparada con mosto cocido de uva (de barbera, dolcetto, nebbiolo y moscato) al que se añade también fruta de temporada.

En Cocconato, conocido como la Riviera del Monferrato por su microclima, es posible degustar la Robiola, en compañía de un cáliz de Barbera. En 12 kilómetros se puede llegar a Albugnano, en el bajo Monferrato, que aporta un excelente vino con su nombre, junto a la bagna cauda, que, por aquí, se presenta con pimiento picante salvaje en lugar del ajo.

Tras pararse en Castelnuovo Don Bosco, no olvide probar la Malvasia, célebre vino para el postre que exalta el sabor de los Finocchini, galletas del lugar, que toman la denominación por las semillas de hinojo en la mezcla. Muévase luego al sur y, con sólo 7 kilómetros, se llega a Capriglio, tierra del Peperone, pimienta apta para ser preservada bajo el vinagre y bajo escofina que se llama “sotto vinaccia”.

Pues se alcanza Asti, capital de provincia, cuna de grandes vinos como el Moscato d’Asti y el Asti, para degustar junto a algunos dulces típicos como la Torta del Palio, cubierta con chocolate fundente fundido. En los campos en los alrededores se encuentran productos de calidad como las Cebollas de Asti y el estimado pimiento: Peperone Quadrato d'Asti.

Al final, el tour se concluye en Castagnole Monferrato, patria del Ruchè, vino noble para conjuntar con quesos de maduración media temporada como la Robiola d'Alba.

Piatti tipici

Piatti tipici

Agnolotti del plin

Cogliete l’aroma della cucina popolare piemontese con questa pasta che ha origini nella tradizione contadina dove era consuetudine utilizzare gli avanzi soprattutto di carni e arrosti per il ripieno. L’agnolotto del plin, tipico delle Langhe, è più piccolo rispetto a quello torinese e contiene anche verdure. Plin vuol dire pizzicotto, la tecnica con cui le massaie chiudono i lembi di pasta. Ottimi conditi con sugo di carne ma esistono anche versioni in bianco, con burro e salvia. 

Brasato al Gattinara

Piatto tipico che deriva da “brasi” (in dialetto brace), cucinato a lungo e a fuoco lento con spezie, verdure e vino rosso. La sua peculiarità è data dall’aggiunta di vino Gattinara invecchiato.

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