Las Islas Borromeas
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Sumergidas en las maravillosas y bellas aguas del Lago Mayor, las Islas Borromeas te sorprenderán.
Amado por Ernst Hemingway y, en tiempos más recientes, por la Familia Real Inglesa, este archipiélago está formado por la monumental Isla Bella, que alberga el Palacio Borromeo (siglo XVII) rodeado por magníficos y espectaculares jardines, la pintoresca Isla de los Pescadores, la Isla Madre, famosa por su jardín botánico, lleno de plantas exóticas, el Islote de San Juan frente a la Pallanza y el escollo de Malghera. Rodeado de imponentes montañas y verdes colinas, el Lago Mayor ha sido desde el siglo XVII y durante los siglos sucesivos el lugar de vacaciones favorito de las grandes familias nobiliarias de Lombardía (sobre todo los Borromeo y los Visconti) que venían aquí a pasar sus vacaciones, construyendo suntuosas moradas.
Los Borromeo, prestigiosa casa originaria de Florencia, en el siglo XIV se convierten en los propietarios de las islas en el siglo XIV dando inicio a su transformación construyendo villas y jardines.
Aún hoy la familia posee la Isla Bella, la Isla Madre y los dos escollos conocidos como Castillos de Cannero, por la presencia de ruinas de construcciones que se remontan al medievo.
La Isla Madre y la Isla Bella, llamada también “Las hermanas”, son sendas apreciadas metas para los turistas que desean admiran los espléndidos palacios y jardines, famosos en el mundo entero por sus paisajes y por la diversidad de arquitecturas vegetales, compuestas por más de 2000 variedades de especies diferentes.
En la Isla Bella – llamada así por el nombre de la mujer de Carlo III Borromeo, Isabella d’Adda- se encuentra el Palacio Borromeo, abierto al público y capaz de extasiar a los visitantes con sus salones y habitaciones de la planta noble, realizadas entre los siglos XVII y XIX y, en la parte inferior, con sus grutas recubiertas de piedras y conchas; sin olvidar el jardín con sus múltiples colores e innumerables plantas exóticas. Los salones, las salas de la música y de las armas, los jardines y las diez terrazas sobrepuestas (el jardín a la italiana aparece decorado con juegos de agua y estatuas de Carlo Simonetta) han sido habitados tanto por Napoleón Bonaparte (1797), al que se la dedica una sala, como por Mussolini que la convirtió en sede representativa durante una conferencia internacional en 1935.
Seguramente no hay que dejar de ver el magnífico jardín romántico de estilo inglés presente en la Isla Madre. Considerado uno de los mejores ejemplos de arte de jardinería, hoy alberga también una fauna volátil oriental, con pavos albinos, faisanes dorados y papagayos, la primera camelia del algo y el imponente ciprés de Cachemira.
La única isla habitada es la Isla de los Pescadores, conocida también como Isla Superior, surge frente a Stresa. Los bonitos rincones y el característico mercadillo en el que adquirir productos de artesanía local son muy apreciados por los turistas que en verano (el día de la Virgen) no se pierden la sugerente procesión de las barcas de pescadores iluminadas que llevan la estatua de la Asunción alrededor de la isla.
Privados y no accesibles al público, son la Isla de San Juan y el Palacio Borromeo del siglo XVII, durante muchos años residencia del célebre director de orquesta Arturo Toscanini.
Pequeños mundos, paisajes que encantan pero también historia y arte que enriquecen estas tierras y hacen del lago un lugar mágico, hasta el punto de venir definido por el filósofo francés Montesquieu “el lugar más bello del mundo”.