Cómo se celebra la Semana Santa en Italia: un viaje a través de sus tradiciones y costumbres
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La Semana Santa es una de las celebraciones más sentidas, que se conmemora cada año mediante unos ritos íntimos o colectivos, en los que se entrelazan gastronomía local y costumbres seculares, religiosas o paganas. Estas fiestas pascuales se celebran de manera diferente en cada región. Así pues, ¿qué mejor ocasión para organizar unas vacaciones en las que descubrir las tradiciones italianas de la Semana Santa?
Si te estás preguntando cómo se celebra en Italia, te presentamos un mapa temático de los eventos y los platos típicos de Semana Santa en toda Italia, para que puedas elegir qué hacer durante la Semana Santa.
Lee y trata de diseñar el itinerario que más te apetece o engolosina.
La tradición de los huevos de Pascua
No es nada raro que el huevo de Pascua sea el protagonista de muchas fiestas. Símbolo milenario de fertilidad y de renacimiento en todas las culturas, en la tradición cristiana alude a la Resurrección de Cristo.
Las tradiciones populares que aún perviven en cada rincón de la Península Itálica son innumerables. Sin embargo, hay una especialmente curiosa y que merece ser señalada: el juego de la Punta e cul, que se celebra con gran entusiasmo después de la misa de Pascua en Fiorenzuola d'Arda, en la provincia de Piacenza, y en Urbania, en las Marcas. Los participantes se desafían entre ellos a romper a golpes, con la punta o la base, el huevo del adversario. El vencedor se lleva el botín, como sucede en Umbría, con la Tocciata (o Ciuccittu): aquí, la competición también consiste en golpear el huevo duro del oponente y el que se queda con el huevo intacto sigue adelante.
Noza da paur y Canté j'euv: entre la música y las promesas nupciales
También en las comunidades de montaña, el huevo es el protagonista de rituales ancestrales: en la aldea de San Leonardo, en Val Badia, por ejemplo, en los días que preceden a la Pascua tiene lugar la llamada Noza da paur, una tradición campesina que implica a los jóvenes y las promesas de matrimonio y en la que los chicos piden un huevo a las chicas: se dice que quien reúne por lo menos 12, se casa dentro de un año. ¿Qué mejor ocasión para una declaración o una propuesta importante?
Otro antiguo rito campesino es también el Canté j’euv, la «recolección de los huevos», una costumbre del final de la Cuaresma difundida en las Langhe y en el sur del Piamonte, en la que los jóvenes de los pueblos van de granja en granja saludando a las familias con un canto de buenos augurios: con los huevos recibidos como recompensa por cada compañía amateur de cantantes se prepara una gran tortilla para compartir el Lunes de Pascua.
Cruces y procesiones de Semana Santa
La Semana Santa es también el tiempo de los crucifijos parlantes, como el de Santa Brígida de Suecia de la basílica de San Paolo fuori le Mura, en Roma. Sin embargo, el más conocido es el crucifijo de madera del siglo XVII, recién restaurado, del convento de San Francesco della Vigna en Venecia, el cual, gracias a un mecanismo colocado en la boca del Cristo, desde hace varios siglos mueve la lengua como si estuviera hablando.
También hunde sus raíces en el siglo XVII la antigua Giudeata, que se celebra el Viernes Santo en Chianciano Terme, en Toscana, con 150 figurantes con trajes de época, que representan a Jesús, las tres Marías, Poncio Pilato, varios dignatarios y soldados romanos. Y, para recuperarte del esfuerzo, nada mejor que degustar una rebanada de Ciaccia di Pasqua, la típica focaccia toscana en forma de panettone, elaborada con huevos, queso y tocino.
La tradición de la procesión de los Apóstoles, de un fuerte impacto emotivo, se repite cada año en varias localidades italianas, sobre todo del sur peninsular. En Procida, cerca de Nápoles, del Jueves al Sábado Santo, se celebra la procesión de los Doce Apóstoles, mientras que, en Taranto, en Sicilia, los fieles encapuchados llamados Perdoni (Perdones), llevan sobre la cabeza la corona de espinas y desfilan en una larga procesión por las calles de la ciudad.
En Oliena, en la provincia de Nuoro y al pie del Supramonte, se celebra el conmovedor rito pascual de la Scrocifissione, en el que la imagen de Cristo es bajada de la cruz el Viernes Santo y ocultada en la Catedral hasta el Sábado Santo, cuando se celebra el hallazgo de la imagen. Mientras tanto, la estatua de la Virgen es llevada en procesión entre las iglesias del pueblo buscando a su hijo. No te pierdas la oportunidad de degustar las casadinas, que son unos originales dulces elaborados con queso pecorino fresco.
Foire de la Pâquerette, Pasquali di Bormio y Scoppio del Carro: fiestas y pirotecnia en las plazas
Las celebraciones de Semana Santa también llenan las plazas de Italia, de norte a sur. En Courmayeur, Val d'Aosta, el Lunes de Pascua se celebra cada año la Foire de la Paquerette, durante la cual, las calles se llenan de puestos, donde se exponen obras de escultura y talla de los artesanos del Valle de Aosta, así como encajes, prendas hechas a mano y productos típicos. Por su parte, en Bormio, Valtellina, los domingos desfilan los Pasquali, que son unos palanquines alegóricos, que los habitantes, vestidos con sus trajes tradicionales, portan a hombros por las calles del centro.
Sin embargo, la verdadera fiesta «a lo grande» se celebra cada año en Florencia, entre el Baptisterio de San Juan y la Catedral de Santa Maria del Fiore, donde tiene lugar el Scoppio de Brindellone, también conocido como la Explosión del Carro, consistente en una torre pirotécnica colocada sobre un carro ornamentado. El Arzobispo dispara desde la iglesia un cohete en forma de paloma, que se desliza por un cable y que prende fuego al carro, provocando una explosión de fuegos artificiales.
Del Baile de los Diablos a la Fiesta de los Judíos: en Sicilia la Pascua se celebra entre ángeles y diablos
La región que conserva las tradiciones pascuales más evocadoras y grotescas es, casi con toda seguridad, Sicilia. Sin duda alguna, la fiesta más famosa es la del Ballo dei Diavoli (Danza de los Diablos) de Prizzi, en la provincia de Palermo. La mañana del Domingo de Pascua, unos diablos vestidos de rojo y escoltados por la muerte vestida de amarillo, acosan a los transeúntes e intentan evitar que se encuentren las estatuas de Cristo resucitado y de la Virgen. Finalmente, una hueste de ángeles escoltados por el sonido de las campanas los abate. Durante la fiesta se reparten las cannatedde, que son el típico postre de Semana Santa elaborado con pasta frola y huevo duro.
El domingo de Pascua, una delegación satánica también invade Adrano, en la provincia de Catania, con los Diavulazzi 'i Pasqua, una tradición del siglo XVIII que celebra el triunfo del bien sobre el mal. El rojo y el amarillo también son los colores de los diablos de la Festa dei Giudei (Fiesta de los Judíos), que se celebra en San Fratello, en la provincia de Messina, con la intención de perturbar la procesión que conmemora a Cristo. Los fieles intervienen para evitarlo, enzarzándose en un combate con el diablo. Si tú también te sientes un paladín del bien, no dudes en unirte a ellos.