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Brescello

Resumen

Brescello, Peppone y Don Camilo

Cine, sabores y leyenda a orillas del Po

Cualquiera que conozca las películas de Peppone y Don Camilo no puede mirar la Iglesia de Brescello sin escuchar el tema de la película en su cabeza.

Brescello es exactamente como uno se lo imagina, tranquilo y somnoliento en verano, y envuelto en la brumosa atmósfera del Valle del Po en invierno. En la plaza, las estatuas de los dos eternos rivales son un buen homenaje. Sonriendo, uno desde el patio de la Iglesia, otro desde debajo del ayuntamiento, se miran y se saludan, en eterna representación de lo que, a pesar de todas sus diferencias, ¡es una maravillosa amistad!

 

El museo

No muy lejos de la plaza principal, en una calle estrecha, se encuentra el museo del cine. Se trata de una colección de recuerdos y fotos del plató, y es un placer descubrir las bambalinas, estar a unos centímetros de las legendarias bicicletas de Peppone y Don Camilo, los distintos palos, los trajes... Durante unas horas, se entra en ese mundo y cada uno vuelve a ser un niño. Un anciano se pasea por las habitaciones, acercándose de vez en cuando a los visitantes y contándoles su historia. Sí, este señor era uno de los niños que formaban el coro que Don Camilo alineó para recibir al Obispo en una de sus muchas aventuras.

 

El festival de cine

El pueblo siempre ha vivido del cine y de la tradición, y de este bagaje nace el "Festival de Cine de Brescello", el evento que cada año consagra el profundo vínculo y la gratitud que este pequeño pueblo tiene hacia sus dos iconos.

Porque aunque no se encuentre Brescello en los famosos libros de Giovannino Guareschi, nada puede quitarle a este hermoso pueblo de las tierras bajas de Reggio Emilia, a la derecha del río Po, su merecida fama por ser el pueblo de las historias de Don Camilo y Peppone: entre 1951 y 1955 Julien Duvivier, Carmine Gallone y Luigi Comencini rodaron las cinco películas de la famosa saga en las calles del pueblo.

El Festival de Cine de Brescello se mueve desde hace años entre los homenajes a sus iconos, el redescubrimiento de la historia del cine y la proyección de películas inéditas y nuevas apuestas. Tres días de proyecciones, que se alternan con debates animados por ilustres personalidades del mundo del espectáculo y del cine, preestrenos y talleres con películas antiguas relacionadas con Don Camilo y Peppone. La concepción y el proyecto son de Max Berni con la administración y promoción de Jessica Guarino, Humnah Kalid

 

Una fiesta religiosa y una leyenda

La inauguración del festival de cine coincide con la fiesta de San Juan Bautista y el pre-festival se celebra precisamente con la "Tortellata di San Giovanni", un momento de convivencia ineludible para toda la comunidad bresciana. La celebración del santo está vinculada a la leyenda de "Rusèda ed San Svàn", el rocío de San Juan, en el dialecto local.

Cuenta la leyenda que la noche anterior a San Juan nadie se iba a casa, la gente se quedaba despierta para "ciapèr la rusèda", es decir, para coger el rocío, ¡que era capaz de curar males y hacer nacer nuevos amores! Su influencia parece haber sido decisiva para la conservación de las hierbas medicinales, pero sobre todo para el excelente éxito del Nocino, el típico licor local elaborado con nueces que debían recogerse justo cuando se bañaban en la "rusèda" de San Giovanni.

 

Una escena apetitosa

Una de las secuencias más memorables es la de Don Camilo rindiéndose ante la despensa después de una larga huelga de hambre y comiendo durante tres horas e, inmediatamente después, el atracón que Peppone y sus compañeros le obligan a hacer para salvarle de una muerte segura. Poco que hacer, esas comidas, aunque sea en blanco y negro, hacen la boca agua. En homenaje a los sabores del lugar, no puede irse de Brescello sin probar el “gnocco fritto''. ¡Una delicia! 

 

Credit to: Arbalete

Brescello

42041 Brescello RE, Italia

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