Miel de Lucania: los distintos tipos del dulce néctar de Basilicata
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Procesada según la tradición, la miel lucana es el dulce néctar de Basilicata, protagonista indiscutible de numerosas recetas antiguas y modernas.
La miel de Basilicata varía en color y sabor, de cristalina a oscura, de delicada a amarga, según las zonas de producción. Pruébala en sus variantes, con queso o sola, con todo su sabor y pureza.
Orígenes de la miel lucana
Quizá pocos sepan que la miel lucana es una de las más apreciadas en Italia.
Los egipcios primero, y los griegos después, la consumieron en grandes cantidades.
El oro líquido también se remonta a la época normanda-suaba, gracias a hallazgos arqueológicos que atestiguan una técnica apícola característica: nichos en las paredes de las grutas, en cuyo interior estaban las colmenas.
Hoy en día, la miel es una excelencia producida en toda la región de Basilicata.
Natural y 100% ecológica, se diferencian 15 tipos, repartidos en un área que va desde las montañas del Pollino hasta la costa jónica, pasando por la zona volcánica del Vulture.
Variedades y usos de la miel de Basilicata
La miel de flores silvestres, típica de las zonas montañosas, es un excelente remedio para los resfriados y las afecciones de las vías respiratorias. Tiene un sabor y un color que cambia en función de las esencias florales de las que procede. La clara, casi transparente, tiene un sabor delicado y dulce; la oscura, de color ámbar, es más fuerte.
Ripacandida, un precioso pueblecito del Vulture Melfese, es el centro neurálgico de la producción de este tipo, capaz de expresar la riqueza y la tipicidad del suelo volcánico y la vegetación espontánea de la zona.
La miel de naranjo es muy apreciada por su intenso olor que recuerda a las flores de los cítricos. Recolectada en la zona de Metapontino y hacia la costa, entre Nova Siri y Policoro, está especialmente indicada para tratar el insomnio y la ansiedad, gracias a sus reconocidas propiedades calmantes.
También está la miel de castaño, con su olor penetrante, aromático, y persistente, su color rojo oscuro, útil para la mala circulación.
Y de nuevo, la miel de eucalipto dulce y salada recuerda la esencia del regaliz y es una gran ayuda contra la tos.
La miel sulla, incolora o amarilla pajiza, típica de las colinas de Matera, también es excelente.
Por último, la miel de girasol y de trébol rojo son útiles para el estómago y los músculos, respectivamente.
Cómo disfrutarla
Muy usada en la cocina local, la miel realza el sabor de numerosos platos.
Puedes disfrutarla sola o con otros alimentos.
Mejor con quesos frescos, como la ricotta de cabra y oveja, pero también con quesos curados, como el caciocavallo podolico.
Por su delicadeza es un excelente sustituto del azúcar, incluso en el café. Es perfecta para infusiones y tés de hierbas, en ensaladas de frutas, helados y cremas.
La miel enriquece platos agridulces calientes o templados, carnes blancas y caza menor, y es perfecta para aderezar ensaladas de acompañamiento y laquear aves de corral.