Ferrandina

A finales del siglo XV Federico de Aragón, entonces rey de Nápoles, decidió trasladar a los habitantes del pueblo adyacente de Uggiano a esta nueva localidad. Los habitantes de Uggiano se habían quedado sin sus viviendas después de un terrible terremoto y Ferrandina, llamada así por el nombre del padre de Federico, Fernando I de Nápoles, se construyó para darles una nueva casa. En los siglos siguientes, el pueblo también se hizo famoso por la producción de «felandina», un preciado tejido de algodón y lana utilizado durante siglos en la corte del rey de Nápoles. Hoy en día, Ferrandina es un pueblo situado en las laderas de una empinada colina, con grandes olivares de la variedad «majatica» de los que se obtiene un preciado aceite de oliva virgen extra. Merece la pena visitar sus monumentos católicos, como el convento de San Francesco, el monasterio de Santa Clara y la iglesia matriz.