Resumen
Encaramado en la vertiente oriental del Gran Sasso, Arsita es un pueblecito antiguo, rico en historia y tradiciones que fascinan a quienes lo visitan. Sus callejuelas y casas bajas dominan el valle del Fino desde lo alto, conservando aún la estructura fortificada medieval. El nombre de Arsita solo consta desde principios del siglo XX. Antes de esa fecha, el pueblo era conocido como Bacucco, nombre que aún se usa en el dialecto local.
Si buscas un viaje relajante y revitalizante con naturaleza, comida y vino, Arsita es el lugar perfecto. Sus estrechas calles esconden edificios antiguos, como la iglesia de Santa Vittoria, con su fachada inacabada, el castillo de Bacucco, que domina el casco antiguo, y los restos de las murallas. Pasea por el Sentiero dei Mulini para descubrir la antigua artesanía de la zona.
Y no olvides el paladar: Arista te conquistará con sus maccheroni alla molinara o alla mugnaia, espaguetis de longitud particular, el coatto, con carne de cordero, y la fracchiata, polenta hecha con almorta y harina de garbanzos, plato principal de la cocina pobre local.
