El azafrán de los Abruzos
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Un itinerario por una de las zonas naturales más bellas y vírgenes de Italia: los altiplanos del azafrán, donde los pequeños estambre rojos de la flor, en otoño se colorean de violeta, tiñendo los campos y diseñando un paisaje único.
Es la provincia del Aquila que se extiende a lo largo de zonas de cultivo y producción de esta especia. Un área sumergida en el verde, rodeada de características localidades, atravesada por el Parque regional de Sirente-Velino y delimitada al norte por el Parque nacional del Gran Sasso y por los montes de la Laga, y al sur por el Parque nacional de la Maiella.
Se parte de la capital de Abruzos, el Aquila, maravilloso balcón que da al Gran Sasso, que cuneta con un fuerte español del año 1500, las basílicas de Santa María de Collemaggio y de San Bernardino y la Fuente de los 99 caños, llamada también de la Rivera, símbolo de la ciudad con sus mascarones de piedra.
Antes de adentrarnos en el sur, en el altiplano de Navello (760 m) nos encontramos con las localidades de San Pío y Camere, lugares de trashumancia enlos que aún son visiles los “pajares”, unas construcciones cercanas a los pastos en las que se resguardaban los pastores. El altiplano de Navello está ahí: en otoño, en la estación de la floración, los mismos cultivos de azafrán colorean de violeta los campos.
Otra zonade producción de azafrán es Cocullo. Para llegar hay que pasar por el bello valle del Sagitario, tras haber superado Capestrano, donde se encontró el famoso “Guerrero de Capestrano”, una escultura de piedra y mármol del siglo VI a.C. hoy conservada en el Museo nacional de Chieti.
Prosiguiendo hacia el sur, se pasa por Bussi sul Tirino, en cuyas aguas se pescan gambas. Para concluir, después de Sulmona (patria de las peladillas), aparece Cocullo, que desde sus 900 metrso domina el valle del Falturno, dela Mezzana y las gargantas del Sagitario, otra de las zonas dedicadas al cultivo del azafrán.
Una etapa obligatoria es la maravillosa Celano con el castillo Piccolomini, del 1400 y el Museo Nacional de la Marsica. Una desviación de pocos metros hacia Avezzano conduce al yacimiento arqueológico de Alba Fucens. Otra opción es, desde Celano, proseguir hacia Ovindoli, a 1375 metros de altitud, es conocida por los esquiadores y los alpinistas, ya que desde aquí se sube a los montes Velino (2487 metros) y Sirente (2348 metros).
Después nos encontramos con Rovere, el pintoresco burgo fortificado medieval. En las amplias llanuras del altiplano delle rocche, destaca para concluir, Rocca di Mezzo y Rocca di Cambio, lugares de vacaciones y esquí. Un viaje en otoño. En las últimas horas de la noche, el azafrán libera su perfume y los campesinos con delicadeza recogen una a una las flores, cuyos pistilos son separados manualmente y secados durante la misma jornada de recolección.