Escapada de bienestar en el Valle de Aosta, donde la naturaleza es terapéutica

Unas vacaciones en el Valle de Aosta se pueden completar con saludables tratamientos de spa. Las famosas aguas de Saint-Vincent brotan de la antigua fuente Fons Salutis y son ricas en minerales, además de ideales para tratamientos estéticos y terapéuticos.
Si quieres disfrutar de los efectos de las aguas bicarbonatadas, sulfatadas y alcalinas, solo tienes que ir al balneario del pueblo, con acceso diario todo el año, o con paquetes que incluyen alojamiento en hotel y acceso al centro.
Date un capricho en las piscinas y regálate un baño de hidromasaje u opta por las sesiones de aerosol, una panacea para todo el tracto respiratorio. Saunas y baños de vapor a tu disposición. Si deseas disfrutar de una estancia de total bienestar, haz una parada en uno de los muchos hoteles con spa y centros de bienestar.
Las piscinas exteriores ofrecen unas vistas impresionantes en todas las estaciones, desde el blanco hasta el verde; en las grutas que custodian las piscinas te sentirás como en un cálido nido y podrás disfrutar de la haloterapia, que aprovecha las propiedades de la sal para mejorar la salud de la piel y las vías respiratorias.

En Pré-Saint-Didier se encuentra uno de los spas del Valle de Aosta más bonitos donde experimentar sensaciones muy placenteras en el Bain du Feu. Te encuentras en una piscina al aire libre alimentada por las aguas que descienden directamente del Mont Blanc, mientras calientan y extraen los minerales de las rocas a medida que llegan al valle para transformarse en fluidos termales. Es una forma maravillosa de vivir la montaña en todo su potencial, tras un día de esquí en invierno o fantásticos paseos en los meses templados. Un masaje para equilibrar la energía te repondrá después de un día de actividades al aire libre. Los paquetes de bienestar incluyen algunos dedicados a las parejas.

El Gran Paradiso está frente a ti en toda su majestuosidad en los hoteles de Cogne con spas totalmente equipados. Aquí te esperan grutas de sal, piscinas climatizadas en terrazas panorámicas, saunas, baño turco y, en contraste, cascadas de hielo. ¡Aguanta la respiración!

De mayo a septiembre, en los meses verdes, algunos lugares del Valle de Aosta se prestan a una actividad que te hará vivir profundas emociones. Caminarás con guías experimentados en prácticas de meditación en los bosques de Col de Joux (Saint Vincent), Lavesè (Saint Denis) y Rhêmes. Salimos por la mañana para dar un paseo de unas 3 horas a la sombra de alerces y abetos centenarios. Detente frente a los gigantes de la naturaleza, cierra los ojos y toca la corteza mientras te sumerges en el silencio. Respira hondo para absorber la energía y la sabiduría de los árboles, despejando la mente de pensamientos. El aire es claro, saludable y espeso, con sustancias aromáticas que tienen la virtud de reforzar el sistema inmunitario. Te sentirás como nuevo, en contacto contigo y con el eterno milagro de la naturaleza.
Pero si no quieres unirte a estos grupos organizados, puedes pasear por tu cuenta, pero siempre cerca de los árboles y observándolos de cerca. Hazles preguntas y verás que tienen mucho que contarte.

Antiguos caminantes y peregrinos que recorrían la Vía Francígena conocían bien este lugar que ahora descubres tú.
Dirígete al pequeño pueblo de St. Rhemy en Bosses, cerca de Aosta, toma la carretera municipal que parte del Ayuntamiento y encamínate al pueblo de Pleyney. Desde aquí, toma el camino de herradura que conduce a la fuente Vallone del Citrin.
Una vez allí, tras una inmersión poética en un bosque de abetos y alisos, ahueca las manos para beber agua fresca y pura, de naturaleza ligeramente carbonatada, con probadas propiedades digestivas y diuréticas. Es un agua que te dará la sensación de beber por primera vez en tu vida, así que bébela con la lentitud que se merece, como una degustación. Te sentirás mejor de inmediato.