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Durante más de un milenio ha sido foco de inmensa belleza en todo el mundo. En Florencia, incluso los barrios menos conocidos pueden ser de lo más atractivo

Fue la cuna del Renacimiento y la capital mundial del arte en el siglo XV. Cuenta con uno de los centros históricos más importantes y con algunos de los museos más famosos del mundo. A su alrededor se encuentra uno de los paisajes más emblemáticos y característicos del planeta. Todo en Florencia es espectacular: desde las tiendas hasta las calles que conducen a las colinas situadas inmediatamente detrás de las zonas más turísticas; desde los barrios más genuinos y populares, que surgen a las afueras del centro histórico, hasta los monumentos que expresan su alma. 

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Museos y monumentos
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Palazzo Vecchio

El museo de la historia de Florencia Palazzo della Signoria, o Palazzo Vecchio, con su torre medieval de 94 metros de altura, es el símbolo de la vida política, cultural y artística de Florencia. Situado en el emplazamiento de un antiguo teatro romano, visible en el subsuelo, siempre ha sido el centro del poder de la ciudad, acogiendo primero a Cosme I de Médici, que amplió el palacio con la ayuda de artistas como Vasari y Buontalenti. Cuando Florencia se convirtió en la capital de Italia, el Palacio pasó a ser la sede del gobierno, y aún conserva su función como sede del Ayuntamiento. En el primer piso se encuentra el Salone del Cinquecento, la sala más grande de todo el Palacio. A principios del siglo XVI, Leonardo da Vinci y Miguel Ángel Buonarroti recibieron el encargo de pintar dos episodios gloriosos de la historia militar de Florencia, la Batalla de Anghiari (1440) y la Batalla de Cascina (1364), respectivamente, pero ninguno de los dos artistas completó la obra. El aspecto actual de la sala se debe a Giorgio Vasari. El techo, decorado con 42 casetones, representa episodios importantes de la historia de Florencia, como la fundación de la ciudad en la época romana y la ampliación de las murallas en la Edad Media. En el centro, Cosme I triunfa como señor absoluto de la ciudad y de todos los territorios anexos al ducado, rodeado de las insignias de las veintiuna Artes y de putti con los emblemas de su poder. En el Salón hay verdaderas obras maestras como el Genio de la Victoria de Miguel Ángel. En el entresuelo, podrás admirar muebles típicos de las antiguas casas señoriales y obras de arte de la época medieval y renacentista. En el segundo piso se encuentran las salas monumentales como la Sala delle Carte Geografiche y el globo terrestre, la Sala dei Gigli, donde se conserva el original de Judith de Donatello y las pinturas de Bronzino, en la Capilla de la Duquesa Eleonora. En el subsuelo, puedes seguir una ruta arqueológica a través de las excavaciones del Teatro Romano.
Ciudad

La ciudad símbolo del Renacimiento

Florencia siempre ha sido admirada por todo el mundo. Y no es para menos: es una galería de arte al aire libre. Es el destino perfecto para unas vacaciones dedicadas a la cultura, pero también a la buena comida y bebida. Su alma animada y bulliciosa caracteriza las calles repletas de palacios, iglesias, museos, pequeños talleres de arte y artistas, dispuestos a realizar improvisadas actuaciones. Y no lo olvidemos: es también un referente de la moda.

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Florencia

Durante más de un milenio ha sido foco de inmensa belleza en todo el mundo. En Florencia, incluso los barrios menos conocidos pueden ser de lo más atractivo. Fue la cuna del Renacimiento y la capital mundial del arte en el siglo XV. Cuenta con uno de los centros históricos más importantes y con algunos de los museos más famosos del mundo. A su alrededor se encuentra uno de los paisajes más emblemáticos y característicos del planeta. Todo en Florencia es espectacular: desde las tiendas hasta las calles que conducen a las colinas situadas inmediatamente detrás de las zonas más turísticas; desde los barrios más genuinos y populares, que surgen a las afueras del centro histórico, hasta los monumentos que expresan su alma.

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Massa-Carrara
Massa-Carrara

Pueblos toscanos entre las canteras y los Apeninos La provincia de Massa-Carrara es una zona por descubrir. Enclavada entre los Apeninos tosco-emilianos, los Alpes Apuanos y el mar de Liguria, engloba naturaleza, historia, arte y gastronomía. Por supuesto, no puede faltar una visita a Carrara, la capital mundial del mármol. Aquí es posible adentrarse en el corazón vivo de la montaña y tocar la materia prima de los artistas, trabajada por maestros como Miguel Ángel y Canova. Continúa por la Riviera Apuana para disfrutar del espectáculo único del mar a un paso de las montañas. Entra en el centro de Marina di Massa, repleto de villas Art Nouveau. Al norte de la provincia se encuentra la zona de Lunigiana, una tierra antigua, rica en historia y tradiciones. El paisaje de colinas está salpicado de castillos y pueblos característicos. Un producto típico de la zona es el Lardo di Colonnata I. G. P,, que se puede degustar paseando por el centro de ciudades como Pontremoli. Ufficio Informazioni e Accoglienza Turistica Via Porta Fabbrica, 1 – 54100 – Massa (MS) tel. +39 0585 490561

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Lucca
Lucca

Descubriendo Lucca y sus tesoros: desde las murallas hasta las torres, pasando por la buena comida. Capital de la Toscana, Lucca es una ciudad con una historia antigua, pero también un animado centro cultural lleno de importantes eventos. Famosa por sus murallas del siglo XVI perfectamente conservadas, se caracteriza por sus numerosos y valiosos monumentos que revelan su pasado como la ciudad más importante de la Edad Media italiana.

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Pistoia
Pistoia

Una tierra para todos los gustos La provincia de Pistoia es diversidad y belleza. De las llanuras a los famosos balnearios, pasando por las montañas con sus renombradas pistas de esquí de Abetone y Val di Luce. Un paisaje siempre diferente y siempre rico, entre pueblos históricos y medievales y lugares de interés. Corazón palpitante de la Toscana, la zona también es conocida por el cultivo de plantas y flores demandadas en todo el mundo, fruto de una larga tradición jardinera transmitida de generación en generación. Otra perla de esta zona son los negocios de chocolate artesanal más prestigiosos tanto en Italia como en el extranjero. Pistoia, es una ciudad que sabe sorprender a los amantes de la historia, el arte y las tradiciones. Apodada la "ciudad encantada de piedra", ofrece rutas salpicadas de iglesias, claustros, palacios, museos y monumentos que conducen a la Plaza de la Catedral. Parada obligatoria en la Catedral de San Zenón y, para una experiencia realmente evocadora, Pistoia Subterránea. Los baños termales de Montecatini y Monsummano son destinos populares para el turismo medicinal ya que se caracterizan por sus aguas con efectos beneficiosos. Los amantes del deporte tendrán mucho donde elegir entre actividades de esquí, rutas de senderismo y atracciones llenas de adrenalina como el Puente colgante de San Marcello Pistoiese de unos 227 metros de largo y a una altura de 36 metros sobre el lecho de un río. Lo que es seguro es que, sentado a una mesa por estos lares, entre aceite, embutidos, queso y vino, nunca te levantarás con el estómago vacío.

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Prato
Prato

Prato es una ciudad viva que ha sabido mezclar sus antiguos orígenes desde los etruscos, pasando por la Edad Media hasta llegar a la Edad Contemporánea. En los últimos años, este crisol de culturas ha aumentado su población abriéndose a diversas etnias que conviven en plena integración. Famosa en todo el mundo por su producción de textiles, activa desde la época medieval, Prato desempeña un papel importante en el mundo de la moda. Su centro es rico en historia. Allí se puede visitar el Castillo del Emperador, que fue construido por orden de Federico II de Suabia y es el único ejemplo de arquitectura federiciana en el centro y norte de Italia. Piazza Duomo (Plaza de la Catedral) alberga la Catedral de San Esteban, donde en el extremo derecho de la fachada se encuentra el Púlpito de Donatello y Michelozzo, mientras que en el interior se encuentran los espléndidos frescos de Filippo Lippi. Otras obras de estos artistas extraordinarios se encuentran en el Museo dell'Opera del Duomo (Museo de la Obra de la Catedral). Paseando por el centro se pueden visitar el Palacio Datini y el Palacio Pretorio, la Basílica de Santa María de las Cárceles de Giuliano da Sangallo, así como las iglesias de San Francisco, Santo Domingo, San Agustín y del Espíritu Santo.  En el Museo del Tejido se conservan muestras que van desde el siglo V hasta nuestros días, mientras que el edificio que lo alberga es por sí mismo un monumento de arqueología industrial, además de ser el único complejo productivo del siglo XIX que sigue existiendo dentro de las murallas medievales. En los alrededores, encontramos una zona de antigua cultura y tradiciones, poblada por pueblos históricos nacidos en asentamientos de la época romana: un mundo variopinto por descubrir.

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Pisa
Pisa

Pisa, la rica ciudad de los "Milagros" con la torre inclinada, conserva el encanto de la antigua República Marítima. Pisa es un maravilloso destino turístico en el centro de la Toscana, un museo al aire libre y una ciudad viva, llena de eventos y repleta de estudiantes que acuden a la Normale di Pisa. Su rica gastronomía y sus numerosos monumentos históricos invitan a redescubrirla con todos los sentidos.

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Arezzo
Arezzo

Antigua cuna de tesoros y grandes artistas Situada en el sureste de la Toscana, Arezzo se encuentra en la cima de una colina que domina cuatro valles: Valtiberina, Casentino, Valdarno y Valdichiana. De orígenes antiquísimos, como lo demuestra el hallazgo de instrumentos de piedra y del llamado Hombre del Olmo del Paleolítico, la ciudad se remonta a los tiempos de la fundación de Alejandría de Egipto. Bajo los Romanos, gracias a su posición a lo largo de la Via Cassia, se convirtió en un centro de importancia estratégica, centro de florecientes actividades económicas y de las que se pueden admirar, todavía hoy, los notables restos. Recorriendo Arezzo no puedes perderte la Catedral, ejemplo de iglesia gótica, con las maravillosas vidrieras del Marcillat y el fresco restaurado de la Maddalena de Piero della Francesca. Visita también la Iglesia de Sta. Maria, espléndida iglesia románica, Plaza Grande con las Logge Vasari, Palazzo della Fraternita dei Laici con la fachada de Bernardo Rossellino, las características casas-torres medievales y la iglesia de S. Doménico con el Crucifijo de Cimabue. No te olvides del Palacio del Ayuntamiento, la Casa Petrarca y el Palacio Pretorio. En Arezzo nacieron muchas personalidades ilustres, entre ellas el arquitecto e historiador del arte Giorgio Vasari, el poeta Francesco Petrarca, el teórico de la música Guido Monaco, y en Caprese, cerca de la ciudad, Miguel Ángel Buonarroti. El centro de Arezzo fue severamente dañado durante la Segunda Guerra Mundial, pero eso lo convirtió en el set perfecto para algunas escenas clave de La vita es bella, película Premio Oscar de Roberto Benigni. Si caminas con atención, encontrarás destellos y lugares vistos en la gran pantalla. Si vienes en coche, puedes dejarlo en los aparcamientos que están detrás de las murallas, conectados con el centro histórico por medio de pasarelas peatonales y escaleras mecánicas.

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Livorno
Livorno

Livorno es una de las ciudades marítimas más animadas de la Toscana. Originalmente fue un pueblo en las cercanías del antiguo y desaparecido puerto de Pisa. La ciudad pasó posteriormente a estar bajo la dominación de los Visconti y luego fue genovesa antes de ser comprada por Florencia en el siglo XV. Livorno fue objeto de importantes desarrollos urbanos cuando Cosme I de Médici decidió convertirlo en el principal puerto del Gran Ducado. El proyecto de renovación se confió nada menos que a Buontalenti, a quien se debe la configuración de ciudad fortificada del centro histórico y la construcción de la Fortezza Nuova (Fortaleza Nueva), erigida a poca distancia de la Fortezza Vecchia (Fortaleza Vieja), construida en la época bajo dominio de Pisa. Desafortunadamente, Livorno sufrió fuertes bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial, que no tuvieron piedad del núcleo central. La reconstrucción de la posguerra cambió en gran medida el aspecto de la ciudad vieja a pesar de los esfuerzos por preservar el valor estético del barrio dieciochesco de Venezia Nuova, que hoy puede considerarse el verdadero centro histórico. El nombre del barrio proviene de sus canales, que lo conectan con el puerto y hacen que parezca una pequeña Venecia. La ciudad conoció una gran vitalidad artística y cultural entre los siglos XIX y XX, que dio lugar a personajes como Pietro Mascagni, Giovanni Fattori, Amedeo Modigliani y Leonetto Cappiello, por citar solo algunos. Livorno es hoy un destino turístico muy apreciado, sobre todo gracias a las numerosas playas de la Costa degli Etruschi (Costa de los Etruscos), que desde la ciudad se extienden hacia el sur. Aunque también hay muchos lugares de interés de la ciudad, como la terraza Mascagni, la catedral de San Francisco del siglo XVII y la iglesia barroca de Santa Caterina.

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Siena
Siena

Entre la tradición medieval y las termas naturales Siena, encantadora ciudad en el corazón de la Toscana, conserva intacto su centro histórico medieval. En la Piazza del Campo se respira una atmósfera de tiempos pasados. Aquí se enfrentan el Palazzo Pubblico y la Torre del Mangia, donde cada año, 2 de julio y el 16 de agosto, se celebra el tradicional Palio, una competición ecuestre entre los Barrios de la ciudad. No te pierdas la Catedral dedicada a la Asunción, con su fachada policromada en blanco y negro y su suelo lleno de símbolos esotéricos. En su interior se pueden admirar estatuas de Miguel Ángel y frescos de Pinturicchio. Las sinuosas colinas que rodean Siena encierran innumerables tesoros naturales y arquitectónicos, todos ellos a la espera de ser descubiertos. Empezando por San Gimignano, conocida por sus torres que se elevan hacia el cielo. Para disfrutar de la comida y el vino tradicionales, detente en San Quirico d'Orcia, Montalcino y Montepulciano. Tómate un momento para relajar en las aguas de Rapolano Terme, Bagno Vignoni y Bagni di San Filippo. Sus termas naturales son el destino ideal para quienes buscan relajarse. ¿Sabías que la legendaria espada en la piedra existe de verdad y se encuentra cerca de Siena? La encontrarás en la abadía de San Galgano, una basílica sin cubierta pero que conserva intactos sus muros exteriores.

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Grosseto
Grosseto

Corazón verde de la Maremma Grosseto es una de las pocas ciudades toscanas que conserva intactas sus murallas defensivas medievales. Vistas desde arriba, las murallas Mediceas tienen forma de hexágono irregular, con seis bastiones angulares en forma de flecha, a lo largo de un perímetro de 3 kilómetros. Una experiencia que no debes perderte es el paseo verde, a la sombra de la vegetación plantada a lo largo y alto de las murallas. Más allá del precioso centro histórico de la capital, la provincia de Grosseto está llena de sorpresas. En primer lugar, se distingue por albergar uno de los parques naturales más bellos de Italia: el parque regional de la Maremma, hábitat de numerosas especies de aves y mamíferos, bañado desde el este por las aguas del mar Tirreno. Tampoco faltan lugares de interés cultural, como las vías Cave Etrusche: calzadas de origen etrusco que serpentean entre la toba y que hoy pueden visitarse en una zona que comprende los municipios de Sorano, Sovana y Pitigliano. La cocina local conserva la tradición toscana, con embutidos, vinos tintos con cuerpo y pasta al huevo. Una especialidad que debes probar, típica de la baja Maremma, es la botarga de Orbetello, producida solo en la zona de la laguna y obtenida exclusivamente a partir del secado de las huevas de salmonete.

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