Tirol del Sur, Curon: el campanario sumergido en el lago Resia
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Protagonista de una serie original de cine negro italiano de Netflix, Curon es un increíble pueblo hundido.
Es conocido por su campanario románico, que se eleva solitario en el lago Resia, en el Tirol del Sur, cuyas campanas, según la leyenda, siguen repicando los días de viento.
Visitar este evocador paisaje es una experiencia imprescindible para conocer mejor su historia.
Curon y la central hidroeléctrica
Aunque la punta de la iglesia hundida es una de las mejores imágenes para Instagram, la historia de Curon es bastante triste.
Apenas cinco años después del final de la Segunda Guerra Mundial, terminaron las obras de una gran presa hidroeléctrica. Los embalses naturales del paso de Resia, es decir, los lagos Resia y Curon, se unieron. Sin embargo, esto obligó a los habitantes de las pequeñas ciudades a abandonar sus hogares, ya que el agua los engulló por completo.
Hoy Curon Venosta descansa silenciosamente a 22 metros de profundidad.
El campanario solitario y el misterio de las campanas
Lo único que queda para recordar su existencia son los recuerdos de los ancianos y el campanario de la iglesia románica de Santa Catalina de Alejandría.
Verlo sobresalir de las aguas del lago es casi sobrecogedor o, al menos, impresionante. Quizás porque es el único superviviente de una explosión que demolió unos 160 edificios.
En las noches invernales se puede llegar incluso a pie, cuando el lago se congela por el frío.
Aunque hay que tener cuidado de no dejarse llevar por el pánico. Se dice que todavía se puede escuchar el tañido de sus campanas, aunque fueron retiradas antes de la creación del embalse.
Senderismo y deportes en el pueblo
En el Museo del Alto Vinschgau, hay abundante documentación fotográfica de las ruinas y reconstrucción de los pueblos de Curon y Resia, así como exposiciones de objetos sagrados cotidianos y de la cultura agrícola del pasado.
Su ubicación también ofrece numerosas excursiones y actividades al aire libre.
Puedes llegar a la ciudad de Merano desde el lago Resia por la ruta ciclista del Adigio.
Después visita la abadía benedictina del Monte María, la más alta de Europa, y el castillo medieval de los pueblos de Malles y Glorenza.
A pie, puedes tomar el rutaque lleva desde la iglesia de Sant'Anna di Curon, sube hacia Salg, conecta con la carretera forestal que lleva al Granja Klopair, y finalmente desciende a Arlund.
También hay deportes acuáticos. Expuesto al viento, el lago Resia es perfecto para la vela y al kitesurf, así como el piragüismo y el kayak.