Bresanona

Hay quien llama a Bresanona la «pequeña Salzburgo» y, de hecho, la ciudad tiene unencanto que recuerda al de los centros fronterizos más fascinantes, cultos y ricos en historia. Al igual que Salzburgo, Bresanona fue la capital de un longevo principado episcopal que sobrevivió desde el siglo XI hasta principios del XIX, y su centro histórico alterna atmósferas medievales y elegancia barroca. La ciudad del Tirol del Sur también destaca por algo más: su ubicación en el valle Isarco, en la ladera sur de los Alpes, en una llanura soleada bañada por dos ríos, el Isarco y el Rienza, rodeada de apacibles viñedos donde se producen vinos extraordinarios y de picos panorámicos, como el de Plose, la montaña oriunda, a la que se llega en teleférico. Un paseo entre la calle de los Pórticos Mayores y la de los Pórticos Menores, con sus anexos de plazoletas y pequeños patios, es una invitación irresistible a degustar los sabores locales y a comprar en tiendas que ya estaban ahí en la Edad Media, cuando aquí se abrían talleres y fábricas artesanales, bien resguardados por los pórticos.

También está el Duomo di S. Cassiano e di S. Maria Assunta, que se erige con una imponente fachada del siglo XVIII y dos campanarios y deslumbra con unos interiores barrocos que parecen «la antesala del paraíso», según la definición (quizá algo interesada) del príncipe-obispo que los encargó. Los señores de Bresanona tenían grandes ambiciones y esto lo atestigua también el palacio episcopal, hoy sede del Museo Diocesano, reconstruido a partir de finales del siglo XVI y articulado alrededor de un suntuoso patio. Mucho más íntimo es el claustro del Duomo, junto a la catedral: consta de 20 arcos con frescos de finales del siglo XIV y de todo el siglo XV y nos ofrece un testimonio mejor que cualquier clase de Historia del Arte sobre el paso de la pintura gótica a la gótica tardía, a la vez que también da acceso a dos pequeñas iglesias escondidas. Un lugar para vivir en silencio, de esos que por sí solos pueden hacer que un viaje valga la pena