Resumen
En el centro de los valles de Ossola, en una hermosa ubicación entre las montañas y a poca distancia de Suiza: estas son las características que han hecho de Domodossola un centro de primera importancia, en particular para el comercio. Importancia que culminó con la construcción de la carretera hacia el Sempione. El bonito y elegante centro histórico, recientemente calificado como Borgo della Cultura (Pueblo de la Cultura), mantiene la forma pentagonal de la antigua planta de la ciudad, con cinco vías de acceso. Pasear por las callejuelas pavimentadas con piedras resulta sin duda agradable, rodeadas de palacios renacentistas y por las murallas del siglo XIV. Desde la Piazza del Mercato se accede a Via Briona, la más característica, mientras que al noroeste de la plaza, Via Paletta conduce a la colegiata de Santi Gervasio e Protasio. Se trata de una sobria iglesia de finales del siglo XVIII, cuyo punto culminante es un arquitrabe de mármol del siglo XII con un altorrelieve que representa a Carlomagno. En el lado opuesto a la iglesia se encuentra el palacio Silva, organizado para recrear las estancias de una casa de la aristocracia de Ossola del siglo XVII, con una exposición tan rica que no llega a aburrir, entre jarrones, esculturas, baratijas, muebles y armaduras. El palacio San Francesco también merece una visita, recientemente renovado, es sede de exposiciones temporales de la pinacoteca municipal y del museo de ciencias naturales. En Via Rosmini se encuentra el Museo di Scienze Naturali (Museo de Ciencias Naturales) Mellerio Rosmini, ideal para que los niños curioseen entre su colección de ciervos, antílopes, cigüeñas y pavos reales disecados, conchas, minerales, esqueletos y otros animales curiosos.
