Baceno

Estamos en la entrada al valle de Devero, donde se ubica el pueblo de Baceno, famoso por la majestuosa parroquia de San Gaudenzio, una especie de síntesis de la historia del arte encerrada tras las sencillas líneas de una cabaña de piedra, en la que domina un gran fresco de san Cristóbal, patrón de los viajeros. Fundada en el siglo X, se amplió en varias ocasiones hasta el siglo XVI y ahora cuenta con cinco naves en su interior, decoradas con soberbias pinturas tardomedievales, renacentistas y barrocas y coloridas vidrieras. El punto culminante es la capilla de la Virgen, con un vertiginoso ciclo de frescos renacentistas dedicados a María.

Desde Baceno, la carretera sube serpenteando hasta el Alpe Devero, en el parque natural del Alpe Veglia y el Alpe Devero, una inmensa llanura con una corona de picos alrededor a la que los coches no tienen acceso.