Resumen
En el promontorio del Parasio, centro histórico de Porto Maurizio, la basílica que toma su nombre de la ciudad (o, viceversa, la ciudad de la iglesia) ocupa su lugar desde finales del siglo XVIII, y hoy se considera la catedral de toda Imperia. Su gran fachada neoclásica de principios del siglo XIX domina la Piazza del Duomo, creada en lo que había sido la plaza de armas y que aún está delimitada, al lado de la basílica, por un tramo de las murallas del siglo XVII. Había una iglesia mayor más antigua, pero no en esta ubicación: se encontraba no muy lejos en el emplazamiento de la actual Piazza Chiesa Vecchia, en el límite del Borgo Parasio, que es una especie de centro histórico dentro del propio centro histórico.
A pesar del desmantelamiento con motivo del derribo de la iglesia anterior y de la demolición forzosa tras el terremoto de finales del siglo XIX, el trazado medieval del Borgo Parasio sigue siendo identificable: edificios adosados de gran profundidad se enfrentan a dos caminos a diferentes alturas. De la fusión de dos o más edificios medievales se obtuvieron entre los siglos XVII y XVIII palacios y palacetes que desde el exterior parecen sencillos, pero que detrás de las fachadas esconden una riqueza poco habitual, con preciosas atrios-escalera claramente inspirados en los de Génova.
