El puente Real Fernando está considerado como un modelo de modernidad para los gobiernos borbónicos en materia de ingeniería, arquitectura y arte (se deben destacar las columnas egipcias y las esfinges, un símbolo de la egiptomanía asociada con las primeras excavaciones en Egipto). Realizado entre 1828 y 1832 según el proyecto del ingeniero Luigi Giura, es también un producto de la política industrial del Reino de las Dos Sicilias (las partes de hierro del puente, en particular las cadenas de eslabones, fueron realizadas en la herrería Filangieri di Candida, instalada en 1824 por Carlo Filangieri di Satriano en su propiedad de Razzona di Cardinale). En la primera mitad del siglo XIX, esta moderna obra pública garantizaba un cruce directo del río Garigliano, en sustitución de la antigua «scafa» (barcaza fluvial conectada a una cuerda entre las dos orillas), lo que facilitaba la continuación del viaje a través de la vía Apia, así como la reconexión con el emplazamiento de la ciudad romana de Minturnae, donde, a finales del siglo XVIII, los Borbones habían comenzado las excavaciones arqueológicas que llevaron al descubrimiento de estatuas y epígrafes destinados a las colecciones reales.
Sin embargo, el puente, como obra vial, es también un testigo mudo del último acto de la unificación de Italia bajo el nuevo reino de la Casa de Saboya (batalla del Garigliano, 29 de octubre - 2 de noviembre de 1860), antes del asedio de Gaeta y de su conclusión el 13 de febrero de 1861, así como de las duras batallas a lo largo de la línea Gustav al final de la Segunda Guerra Mundial, durante las cuales el tablero resultó destruido el 14 de octubre de 1943. Este acontecimiento, dada la ley de protección de 1939 ya en vigor, es la prueba de que el puente no era visto como un bien cultural sujeto a protección, sino como un objetivo estratégico. Restaurado en 1998, y confiado a la tutela del Estado, el puente borbónico sobre el Garigliano Real Fernando puede considerarse también como una ejemplificación de la problemática relativa a los bienes culturales en riesgo en caso de conflicto armado.