La isla de Ponza: una pequeña ensoñación
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Mientras tanto, descubre con nosotros esta perla del Mediterráneo y su mosaico de increíble belleza recogido en menos de 8 kilómetros cuadrados.
Lo que la hace especial y única son sus costas rocosas, sus escarpados acantilados y los numerosos barrancos que desembocan en playas de arena y cuencas de aguas increíblemente cristalinas. El interior de la isla, de origen volcánico, no es menos impresionante, te cautivarán sus yacimientos arqueológicos y sus pequeños pueblos.
A pie o por mar: las playas que no debes perderte
Las playas de Ponza se dividen en dos categorías: las que se pueden recorrer a pie y las que sólo se puede llegar en barco.
Debes tener en cuenta que casi todas son de grava y guijarros, por lo que te sugerimos que lleves zapatos de goma si, además de tomar el sol, quieres explorarlas.
Entre las playas a las que se puede acceder por tierra, no dejes de visitar la playa de Cala Feola, una de las pocas de arena en la isla. Se puede llegar por un camino desde el Pueblo dei Pescatori, y, por su comodidad, es el más popular entre las familias con niños.
También está la Scogliera delle Piscine Naturali, famosa por sus dos grandes piscinas de agua cristalina de increíbles colores. La Cala dell'Acqua también es preciosa: aquí es donde puedes venir para que te den un paseo en barco los barqueros locales.
En cuanto a las playas a las que sólo se puede acceder por mar, hay muchas entre las que elegir: la bahía de Cala Gaetano, al norte de la isla y a la que también se puede llegar nadando desde la pequeña playa de Punta dell'Ebreo.
¡No te pierdas la Roca della Tartaruga!
Puedes verla desde la localidad de Le Forna: una gran roca con forma de tortuga. Puedes llegar allí fácilmente gracias a un sendero que empieza en la iglesia de Le Forna: síguelo y te llevará hasta una calita que te dejará sin aliento.
Un pueblo que parece un decorado
Deja las calas y los barrancos y mira hacia tierra firme: quedarás encantado con el Borgo di Ponza y sus coloridas casitas que hacen que este pequeño y pintoresco pueblo parezca un plató de cine. El Borgo di Santa Maria es también espléndido, menos turístico y claramente poético gracias a su pequeño puerto.
Los yacimientos arqueológicos de la isla son también extraordinarios, empezando por el túnel de toba que conecta el puerto de Ponza con la playa de Chiaia di Luna, de la época de Augusto y muy admirado por los turistas, o las necrópolis excavadas en la roca que se encuentran en Guarini y Bagno Vecchio.
Por último, las numerosas villas romanas: no te pierdas la situada en el promontorio de Punta della Madonna, construida en la época republicana, y la de Sant'Antonio, con sus estructuras arquitectónicas ubicadas a diferentes alturas.